Albert Scheflen, autor de Body Language and the Social Order, descubrió que cuando una persona entra en el escenario de otra del sexo opuesto, tienen lugar determinados cambios físicos.

Se produce una mejora evidente del tono muscular a modo de preparación para un posible encuentro sexual, se disminuyen las bolsas en los ojos, desaparece la flacidez del cuerpo, el pecho se echa hacia afuera, el estómago hacia adentro, el cuerpo asume una postura erguida y la persona, en general, adquiere un aspecto más juvenil.

Estos son los 4 mensajes corporales femeninos ‘indescifrables’ para los hombres

El pulgar en la cintura. ¿No consigues saber si rebosa de sensualidad o está enfadada? Los pulgares son simbólicos del deseo. Que descansen en las presillas significa que haces subir la flecha de su termómetro sexual.

Los brazos hacia atrás. Lo que se podría interpretar como aburrimiento es sin duda timidez. Este gesto indica una apertura sensual.

La cabeza se apoya en el puño. Esta actitud es la marca de una mujer que no desea compartir su territorio sexual. Está probablemente dispuesta a escuchar tus confidencias pero no esperes mucho más.

Manos entrelazadas. Las manos con los dedos entrelazadas es un gesto que viene de la infancia y que no necesariamente acompaña a una súplica sexual… Ve con cautela.