La gran mayoría de las mujeres sabemos que el rostro es la mejor carta de presentación, y para mantenerlo suave, luminoso y fresco, es necesario que nos apliquemos una mascarilla facial por lo menos una o dos veces por semana.
¿Por qué? Esta nos proporciona esa dosis extra de nutrientes que necesita nuestro cutis para prevenir las arrugas, atenuar las imperfecciones tales como manchas y granitos, y para mantenerse en buen estado.
Asimismo, para obtener mejores resultados, debemos aplicarnos la mascarilla idónea según nuestro tipo de piel y, a continuación, te dejamos algunos ejemplos.
1. Mascarilla para piel grasa
Para atenuar el brillo de la piel, debemos utilizar un tratamiento facial libre de aceites, pero que logre hidratarla, mejorando así su apariencia.
Ingredientes:
- 3 cdas. avena
- 3 cdas. miel
Modo de Aplicación:
1. Mezcla ambos ingredientes.
2. Sobre tu rostro limpio, aplica la mascarilla, evitando el contacto con los ojos.
3. Deja actuar por 25 minutos y enjuaga.
2. Mascarilla para piel seca
Las mujeres que tienen un cutis seco, poseen una mayor tendencia a las arrugas y marcas de expresión debido a la poca elasticidad de su piel.
Ingredientes:
- 2 cdas. aceite de coco
- 1 cda. aceite de oliva
Modo de Aplicación:
1. Mezcla el aceite de coco y oliva.
2. Esparce sobre tu rostro, realizando suaves masajes.
3. Deja que actúe por 20 minutos y enjuaga con abundante agua tibia.
3. Mascarilla para piel mixta
Se caracteriza por tener zonas secas y grasas. Por ello, necesita ingredientes no muy grasos que le ayuden a prevenir la sequedad y el brillo facial.
Ingredientes:
- 1 plátano
- 2 cdas. avena
Modo de Aplicación:
1. Aplasta la pulpa del plátano y mezcla con la avena.
2. Lava tu rostro, y sobre él aplica la mascarillas con suaves masajes.
3. Espera unos 20 minutos y lava con agua tibia.