Tener una saludable es muy importante para lucir un envidiable en las fotos, por eso debes mantenerla siempre hidratada y aplicar una buena base. Aunque parezca fácil, la clave es seguir ciertas reglas.

Por ello, te presentamos 3 puntos que debes tomar en cuenta a la hora de elegir la : que sea de tu color, que tenga la fórmula adecuada para tu tipo de dermis y que utilices las mejores herramientas para difuminarla. ¿Estás lista?

1. ‘Make up’ de tu tono

¿El color de tu cara se ve diferente al del cuello en tus retratos? Para que no te vuelva a suceder, cada vez que pruebes una base, hazlo cerca de la mandíbula para que emparejes la tonalidad de todas las zonas. También, procura que los correctores que uses no sean tan claros, máximo dos tonos por debajo de tu tez, para que no se vea falso.

2. La fórmula de la base

Una buena compra evitará que luzcas con más edad. Si tu rostro es mixto o graso, coloca una base con acabado mate en las áreas en la que tu dermis produce más brillo. Y si, por el contrario, tu piel tiende a resecarse, elige una que aporte hidratación y no apliques demasiado polvo para evitar que los pliegues (como las ‘patas de gallo’) se noten. Los expertos en belleza recomiendan seleccionar las que cuenten con efecto de larga duración.

3. ¿Utilizar brochas o esponjas?

Si utilizas productos líquidos, la esponja es una excelente opción para que la piel luzca natural, solo necesitas mojarla un poco y distribuirla a ligeros toquecitos. En el caso de la base en polvo, opta por brochas grandes, te permitirán difuminar y distribuir el pigmento mucho más fácil.