‘La mamá de los pollitos’ Este tipo de mujer es aquella que hornea y decora los pastelitos para cada celebración en su oficina. Además, siempre tiene presente los cumpleaños de sus compañeros y el día de celebración es algo así como una fiesta de nido con globos, torta y gorritos. Además siempre anda lanzando comentarios como “no comas eso porque te va caer mal” o “tápate que te refrías”. Es como tener a una mamá dentro de la oficina.

La reina del drama. Todas las cosas que le pasan a este tipo de mujer son para sentarse a llorar y la oficina entera lo tiene que saber. No importa si se rompió la uña, se le quemó la comida o le fue mal en una reunión, va de sitio en sitio contando sus penas y desgracias.

La rebelde. Esta mujer parece que no creció mucho y no sabe que ya no está en el colegio. Si el jefe se va lo primero que dice es “fiesta en la oficina”. Siempre pone peros a lo que debe hacer y no escucha a los demás. Es inmadura y por lo general no escucha las recomendaciones que le dan.

Conquistadora. Ser sociable con tus compañeros no está mal. Sin embargo, es bueno que sepas cuál es esa línea delgada entre ser amable y coqueta. Un estudio de la sociedad británica de Psicología, en 2007, dice que los hombres coquetean en el trabajo por aburrimiento y las mujeres lo hacen por un solo fin, subir de puesto.

Invisible. Es de personalidad exageradamente discreta. Pocos en la oficina saben de su existencia y de las funciones que desempeña. Puede ser que lleve años en la empresa pero muy pocos saben que existe porque nunca habla con nadie, pero eso sí, es muy puntual en todo lo que hace y una de las personas más confiables.

Workaholic. Son las primeros en llegar y las últimas en irse. De hecho, pareciera que viven en la oficina porque nunca se les ve salir. Son sumamente productivas, pero a veces exageran. Cuando hacen reuniones de compartir de lo único que hablan son de las cosas del trabajo, de lo que harán al día siguiente en la oficina y de los pendientes que tienen.

Perfeccionista. Le interesa que todo funcione a su ritmo y está pendiente hasta del último detalle en cada cosa. No puede tolerar una falla o un error, y si sucede es como desatar la ira del diablo porque todo se vuelve un caos. No tolera la que los demás se equivoquen o que no trabajen a su ritmo.

Feliz y saltando. Es algo así como una Floricienta tirando flores por el campo. Siempre está alegre y con una sonrisa, le encuentra el lado positivo a todo y nunca se le ve triste. “La empresa se va a la quiebra”, “Vamos a reducir personal”, “No habrá aumento de sueldos”, ¡que importa, todo tiene solución!.

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