En la actualidad, una mujer no solo se caracteriza por su rol de madre, compañera y amante sino que, cada vez más, por su poder de emprendimiento y por ser capaz de destacar en sus labores no solo como empleada sino también al dirigir su propio negocio.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “en el Perú hay una mayor proporción de mujeres emprendedoras o empresarias que hombres emprendedores, cuando en la región es al revés”.

Y es que se puede ver que buena parte de las microempresas son lideradas por mujeres, muchas de ellas luchadoras que tienen que mantener a sus familias y que, gracias a una idea de negocio, lograron sacar adelante un que hoy les permite solventar su hogar.

En el Perú, Aprenda viene impulsado el crecimiento de los emprendimientos conducidos por mujeres emprendedoras desde el año 2008 y desarrolló una lista de 5 características que destacan a una mujer emprendedora peruana, a pocos días de celebrarse el Día Internacional de la Mujer:

1. Tienen espíritu emprendedor: son mujeres que han visto en la independencia económica a través del emprendimiento su camino hacia el desarrollo personal y familiar. No esperan nada de nadie y solas – aún teniendo todo en contra – siguen adelante.

2. Son luchadoras: muchas mujeres han pasado por momentos difíciles en sus vidas y tienen que sacar adelante a sus familias. A raíz de una idea u oportunidad detectada en el mercado, han asumido el reto de ser su propia fuente de ingresos.

3. Son positivas: en las familias y los negocios pueden haber situaciones muy buenas como también malas y lo importante es siempre encontrar el lado positivo. ¡Las mujeres emprendedoras son especialistas en ver el vaso siempre medio lleno!.

4. Son líderes: las mujeres emprendedoras son jefes y al mismo tiempo colaboradoras. Una mujer emprendedora sabe gestionar su casa y también su negocio. Saben guiar a sus hijos y a sus colaboradores y también a su comunidad y a otras mujeres como ellas.

5. Son perseverantes: es muy probable que al inicio no haya buenos resultados en un emprendimiento pero saben que hay que seguir adelante hasta lograr el objetivo. La mujer emprendedora no se rinde y ve el fracaso como una oportunidad de aprendizaje.

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