Para mal o para bien, no existe una regla por la cual guiarse estrictamente a la hora de elegir vestuario, aunque si podemos ofrecerte una serie de puntos a tener en cuenta a la hora de revisar el placard y sus posibilidades.

A continuación veremos los 4 más importantes:

1- Vestimenta vs Industria

Como bien decíamos no existe una regla de etiqueta, pero dependiendo el rubro y el área de la empresa, hay ciertas costumbres. Por ejemplo las empresas más “modernas” como las agencias de publicidad, suelen ser mucho más desestructuradas, con gran presencia de las remeras y zapatillas “urbanas”.

2- Vestimenta vs Conocimiento

La forma de vestirnos también muestra mucho de nuestro perfil. Idealmente deberíamos buscar transmitir nuestro nivel de seniority. Inconscientemente se tiene la sensación de que a mayor formalidad, uno es mejor profesional.

Nuevamente surge como parámetro la relación directa con la industria en la que nos movemos y también la etapa de nuestra carrera en la que nos encontramos. No es lo mismo la búsqueda de un joven profesional que está dando sus primeros pasos en el mundo laboral, que una persona que ya tiene una trayectoria.

3- Vestimenta vs Actividad

Si nuestro puesto requiere una gran actividad física no tiene la misma exigencia que si debemos tratar clientes en un centro de venta. De todas formas, siempre hay que recordar que las compañías ven al personal como la cara visible de la empresa, por lo que el aseo es un factor decisivo sin importar el puesto que sea.

4- Regla de Oro: Conócete a ti mismo

Sea casual o de etiqueta lo mejor es ir sobrios, con personalidad, si, pero sin irnos a lo radical. No hay que dejar de ser uno mismo, pero no tiene sentido correr riesgos de no agradar al usar ropa exótica en el caso del hombre o el maquillaje excesivo en el caso de la mujer. No nos estamos vistiendo para un casamiento, es una entrevista laboral, nunca nos olvidemos de eso.

TAGS RELACIONADOS