Este cambio que debe contribuir a robustecer la marca personal y que no debe estar solamente motivado por una mejora salarial, sino que debe analizar aspectos como el ambiente laboral, desarrollo profesional, horarios, entre otros temas, señala el especialista en Recursos Humanos, Ernesto Rubio, director de la consultora ER|Ronald.

Rubio señala que que si bien estos cambios pueden darse en diferentes etapas a lo largo de la vida laboral, es crucial identificar cuándo deben realizarse. Para ello es vital reconocer las etapas de carrera, estos son:

Exploración Ocupacional, se da entre los 15 y 24 años de edad y ese el tiempo en que se define en el campo de interés en que se desea desarrollar.

Establecimiento, ocurre entre los 25 y 44 años del profesional. Es la etapa en la que este se especializa y confronta sus sueños con la realidad, realiza intentos de cambio o hace esfuerzos por establecerse. A los 44 años, el profesional debe iniciar su consolidación.

La tercera etapa es la permanencia. En este tiempo, el trabajador entre los 44 y 64 años de edad se consolida en su posición y da continuidad a sus planes. También puede afrontar procesos de cambio.

Según Rubio, sólo el profesional que se ha enfocado en una categoría, ostentando esta misma posición en industrias diferentes, agregará valor a su perfil y habrá logrado una carrera exitosa. Los movimientos de carrera deben tener lapsos entre 4 y 5 años por trabajo.

El especialista concluye que es necesario evitar que situaciones particulares o personales afecten su desempeño laboral y línea de carrera.