Esta es una selección de preguntas clave que se deben formular antes de casarse.

1. ¿Me siento bien con su familia? Muy bien dicen que cuando te casas con alguien te estás casando con toda su familia. ¿Cómo es tu relación con su familia? Recuerda que si tienes problemas con ellos, lo más seguro es que los seguirás teniendo durante el matrimonio.

2. ¿Queremos tener hijos? ¿Cuántos? Si queremos una vida juntos, hay que realizar un plan donde sepamos si queremos hijos o no, cuántos, quién los cuidará, cómo se manejarán los gastos. La llegada de los hijos puede ser perturbadora, lo que puede generar problemas que se aumentan cuando los dos están sintiendo lo mismo.

3. ¿Tenemos una idea clara de las obligaciones financieras? ¿Ya acordaron cómo manejaran el dinero? Puede que sea un tópico difícil de tratar, pero hay que conocer las metas de cada uno, las costumbres de gasto y de ahorro. Así se podrá llegar a un acuerdo sobre cómo se manejarán los gastos compartidos.

4. ¿Conocemos las necesidades espirituales y creencias del otro? Durante el noviazgo es una buena oportunidad para conocer al otro, pero será mejor preguntar de manera directa cómo será la forma en que cada uno desarrollará su espiritualidad y creencias religiosas.

Si es la misma, no hay mucho problema, pero si es diferente, sí debe haber una conversación al respeto para llegar al acuerdo vital del respeto. Asimismo, se debe hablar del tipo de educación religiosa se inculcará a los hijos, si es que se tienen.

5. ¿Quién hace qué en la casa? Las costumbres de cada uno son diferentes, así que hay que conocer las expectativas que tiene cada uno sobre el mantenimiento de la casa, sobre quién se encargará de determinadas tareas, básicas, como los quehaceres del hogar.

6. ¿Existe la suficiente confianza en el ámbito sexual para estar cómodo uno con el otro? Por tabú social, por pena, por muchas razones, el tema de la sexualidad suele dejarse de lado, pero es de gran importancia tratarlo para saber qué nos gusta, qué no nos gusta, qué queremos hacer y qué nos hagan, qué necesitamos y más. El resultado será una vida sexual sana, donde se alimenta la confianza.

7. ¿Qué hay de: “en la salud y en la enfermedad”? ¿Estarías dispuesto a sacrificar todo por tu pareja? Ante la emoción es probable que no se piense en posibilidades negativas, pero no estamos exentos de problemas, así que hay que organizar un plan de “¿qué haría si…?” y saber a qué tanto estamos dispuestos.

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