Uno de los fatales errores que puedes cometer antes de tu boda, es tirarte la bomba en tu despedida de soltero. En realidad, la despedida de soltero debería ser con semanas o un mes anterior para evitar frustrar tu fiesta. Sin embargo, Jacob Francis Brookes no vio venir esto.

El australiano que iba a contraer matrimonio con su novia, llegó en total estado de ebriedad a su boda porque el día anterior había celebrado su despedida de soltero. El sacerdote que los iba a casar, no tuvo mejor idea que cancelar la boda y llamar a la policía por la falta de respeto de Brookes.

Este curioso y bochornoso caso ocurrió hace dos meses, pero recién se ha formalizado por la justicia. Al salir de los tribunales Francis Brookes quiso limpiar su imagen diciendo que solo bebió tres cervezas, dos whiskies y dos shots. Sobre su novia, dijo que lucharía para recuperarla y que siempre estará en su corazón.

Sin duda, una noche de juega le salió muy caro.