Todo surgió el siglo VI, cuando Santa Brígida de Irlanda se dio cuenta que muchas mujeres no se casaban por la falta de decisión de los hombres a la hora de pedirles matrimonio. Así que Santa Brígida instituyó un día en el que fuera la mujer la que pidiera al hombre en matrimonio, y fue el 29 de febrero, es decir cada año bisiesto.

Cuando llegue un año bisiesto pídele una cita a tu novio y llega con puntualidad y antes de que acabe el día proponle pasar el resto de su vida juntos, de una forma sutil claro está.

Cocínale su plato favorito para hacerlo entrar en ambiente. Con mucho tacto, comienza a preguntarle sus opiniones respecto del matrimonio, el hogar y la familia.

Explícale con paciencia y seriedad que existe una tradición irlandesa según la cual el hombre no puede negarse a casarse si una mujer se lo pide el día 29 de febrero de un año bisiesto.

Dato

La tradición lo obliga a darte un beso y a regalarte un camisón de seda.