Andre Nordstrand quería pedirle matrimonio a su novia, pero deseaba que esto fuera algo especial. Entonces, el elaboró una linda sorpresa en la cual decidió incluir a su hijo de cinco años como el cómplice perfecto.

Es así que un día que los tres se encontraban de excursión y teniendo como escenario el paisaje que se veía desde la cima de la montaña donde se encontraban, decidió que había llegado el momento.

Entonces, mientras el preparaba la comida para los tres, su pequeño se acercó a su novia y le dijo que tenía un regalo para ella. La futura novia se sorprendió y recibió el paquete, lo abrió y encontró un hermoso anillo, al mismo tiempo que el pequeño decía: “Quieres casarte con mi papá.”

Definitivamente la proposición de matrimonio más tierna e inolvidable que alguien pudiera recibir.

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