Los desfiles de Raimon Bundó son un espectáculo en sí mismos: de cuidadísima escenografía, no son pocas las veces queesta firma lleva a cabo todo un despliegue de medios sobre la pasarela.

’Hacia la luz’, que así se llama la colección, que propone un recorrido por la historia del arte reciente, con Claude Monet como inspiración fundamental, recuperando los cuadros del pintor francés en forma de tocados, que emulan ramitas de almendro, y paletas de maquillaje de fantasía a modo de acuosas acuarelas sobre párpados y mejillas.

La colección 2013 focaliza su atención en las hechuras de la novia clásica, sin tomar demasiados riesgos, pero caminando sobre seguro sobre una costura exacta y sin fallos. El detalle más delicioso: las cookies en forma de corazón que llevaban algunas de las modelos entre sus manos, y que han propiciado que más de una le diese un mordisquito a la salida de la pasarela.

La segunda línea de la firma, ‘Ir de Bundó’, ha apostado en esta ocasión por modelos más espontáneos y desenfadados, mezclando tejidos, largos y colores: faldas cortas con sobrecapas de tul bordadas con diminutos puntos, gasas estampadas con baños de color, coronas de flores silvestres y velos envolventes han sido la tónica general del desfile.