Paula del Vas dibuja una estética de elegancia etérea, recién salida de un viaje en el tiempo, que nos habla del exotismo europeo oriental de esta época.

La diseñadora se atreve, en esta colección prêt-à-porter, con propuestas románticas pensadas para perfectas muñecas rusas de porcelana.

Mujeres clásicas, con abundancia de tejidos y texturas etéreas, como las blusas, prácticamente invisibles, las faldas elaboradas en encaje francés, y las sedas de inspiración japonesa.

Los trajes de novia, por ende, recuerdan a las versiones más frágiles y románticas de las novias de antaño, con amplios volúmenes confeccionados en seda natural, como el dupión, la muselina o la tafeta.