Es cierto que todos los hombres son únicos, así como nosotras; no existen dos iguales.

Pero los hay “parecidos” y comparten una serie de características que se repiten como constantes, como si hubiesen salido todos de la misma “universidad”, como si entre ellos se contasen los “tips” para anular nuestro cerebro y activar nuestro instinto animal… que cuando es guiado o manipulado por un especialista en ese “arte”, sólo terminamos saliendo perjudicadas y preguntándonos asadazas lo mismo: ¿por quéééééé?

¿Cómo son los “macho alfa”?

Es como si naciesen con ese talento para dejarnos con las defensas en 0 y la consciencia nublada. Como si con sólo la mirada pudiesen desnudarnos. ¡Eso es! La mirada es una de las artimañas que utilizan, a diferencia de los hombres sinceros que te miran cuando te hablan, los machos alfa no sólo te miran cuando te hablan, sino que te provocan… tienen distintos tipos de mirada para poder hacerte sentir lo que ellos quieren que sientas.

Han practicado tanto que ya saben qué tipo de mirada funciona con cada clase de persona.

Otra de sus “técnicas” es tratarte como una reina hasta que consiguen su objetivo, reciben su “premio” después del “tiempo invertido” y luego te dejan. Te dejan sin importar cómo te sientas, o lo que pienses al respecto y algunos te dejan tan rápido que te quedas con un signo de interrogación flotando en tu cabeza.

El peor de los machos alfa, es aquel que se acerca a ti con la mera intención de hacerte pensar que eres tú la que se muere por tenerlo, que siembra en ti ese interés con su desinterés intencional y camuflado; aquel que te habla bonito, te ilusiona y luego te deja queriendo más.

Pero siendo consciente de que ése es un juego psicológico y que sólo por esa razón (si es que caes), tú darás la iniciativa la próxima vez… y no te detendrás hasta “lograrlo”, cuando en realidad es él, el que cumplió su objetivo.

Los machos alfa, te hacen creer que “ese momento” se presta perfecto para “que pase”, se encarga de preparar el ambiente para que te dejes llevar por ese impulso ajeno, te hace vivir tu momento de película, y algunas veces hasta con soundtrack.

Si has caído ante alguna de estas “tácticas”, aquí (algunas) vacunas:

1. Si te ignora… ¡fueeee!

2. Si tú quieres y él también: mostro. Si él quiere y tú te sientes “comprometida” a hacer algo, por más de que “algo” te impulse a hacer lo que él quiere, no lo hagas.

3. No seas psicótica pero tampoco creas ciegamente en todo lo que te dicen.

4. Si “se pierde” a cada rato, tal vez a lo mejor le gusta estar así…”perdido” Deja de buscarlo, suelta ese complejo de “Marco”.

5. Si nunca te llama (porque quiere que tú lo hagas) y tú siempre tienes que estar marcando su número (sin saber que esa es su intención), deja de hacerlo.

6. Si cuando no actúas como él quiere, se va con otra… déjalo ir, no te “esfuerces” porque no es un “concurso”… no tienes por qué soportar lo insoportable.

7. Si “rapea” cuando habla, es porque (fááácil) está tratando de reforzar con gestos y/o lenguaje corporal intencional, la sinceridad y fuerza que sus palabras no tienen. No es necesario hacer tremendo espectáculo cuando quieres decir algo de verdad.

8. Si siempre estás “cediendo”, párala… pues. Una cosa es “ceder” como en un “tira y jala”, pero OJO, por ambas partes. Otra, muy distinta, es que te seden y tú seas la única que siempre acepta, acepta, acepta… que te acostumbres a eso y lo veas como algo normal.

No digo que esté mal estar enamorada de un “macho alfa”. Nadie tiene potestad o la verdad absoluta para decidir qué es lo mejor para ti, sólo tú lo sabes.

Pero pregúntate… ¿realmente quieres estar con él o es lo que él te ha hecho creer?

Personalmente, no me gustan los “machos alfa”. Prefiero estar con un hombre que no necesite de tantas técnicas/tácticas para mantenerme interesada, con el corazón despierto, con las ganas de estar más tiempo juntos.

Porque cuando fluye (pero de verdad), por más de que existan en el camino algunas diferencias o tal vez “obstáculos”, no se trata de “ganadores” o “perdedores”, no se trata de “imponer” o “manipular”… porque ambos son una buena dupla, un gran “equipo” y no necesitan de esas huevadas.

TAGS RELACIONADOS