Te levantaste tarde y el tiempo te alcanzó a las justas para bañarte y lavarte los dientes, te pusiste lo primero que encontraste: los jeans de siempre, un polo, zapatillas y un sweater. Estás demasiado apurada porque tienes miles de cosas pendientes.

Ni te peinaste. Cogiste la primera liga-corta-pelo, color “ya se despintó” de tanto usarla y te haces una cola alta… sientes que te ves como una chica casual, … hasta que pasas por un casino por Miraflores y te ves en el reflejo. No tienes ese “casual look”, no. Te ves espantosa. Te sientes la mujer más fea y descuidada del mundo, pero no importa… total, solo estás yendo a cumplir con unos asuntitos y ya está.

*Estás caminando tranquila por la calle con los audífonos puestos… hasta que

¡OH NO! ¡POR LA ¡”•%$%% DE LA ¡”•%$% EN NOMBRE DE ¡•$%$%%! ¿ESE ES MI EX?*

Sí, es tu ex. Al parecer ha estado yendo al gimnasio y no solo eso, sino que su enamorada también. Parecen la pareja perfecta; ella te lleva 2 cabezas, 3 tallas menos (Dios mío, qué flaca ¿qué come? O mejor dicho… ¿come?), y tiene el “look casual” que refleja que es “linda” aunque no se haya arreglado. A diferencia de ti, a ella sí le tinkó el look.

Actúas como si nada, piensas que la mejor forma de sobrellevar la situación es hacerte la desinteresada y sorprendida y lo saludas…

Tú: (mirada agradable) ¡Hola! Qué sorpresa, ¿qué tal?

Él: (mirada sorprendida) ¡Hola (tu nombre aquí)! ¿Qué haces por acá?

Tú: Nada, nada, haciendo unos trámites.

Él: Ah, qué bueno. Te presento a (inserta su nombre aquí), es mi enamorada. (Sonrisa fulminante)

Tú: ¡Hola (inserta su nombre aquí)! Un gusto, qué linda tu cartera (pfffff ¿? Ja ja)

Ella: ¡Hola (inserta tu nombre aquí)! Sí, un gusto conocerte… he oído mucho sobre ti.

PAUSA

Te cagó. ¿Qué le habrá dicho tu ex a su actual flaca sobre ti?, ¿le habrá contado todo lo que hacían?, ¿habrá rajado el muy ¡”•$%?

PLAY

Tú: ¡Aaaah! Mira tú. Bueno, un gusto conocerte y… un gusto verte a ti también (inserta el nombre de tu ex aquí). Me tengo que ir, que les vaya bien. Cuídense. (Caminas rapidito pero con cuidado para no caerte, con cuidado para no caerte, con cuidado para no caerte…)

Mientras te alejas, no puedes evitar maldecir al karma (qué habrás hecho, pues) o al destino por cruzarte con él (y… su actual enamorada) cuando tú estabas en tus peores fachas, totalmente desarreglada, sin peinarte y con ropa que parecía piyama.

En la 5ta cuadra y casi llegando a tu destino. El “encuentro” no te parece ya tan desagradable. Te cagas de risa. Te vuelves a mirar (en Miraflores, hay un culo casinos… aprovecha los espejos, pero no hagas roche porque se ve todo del otro lado) te juras a ti misma y a todos los santos, que la próxima vez… la regia vas a ser tú.

Nota mental: Hacerle caso a mi alarma.