Sé que muchas de nosotras, a veces, dejamos de lado sus consejos (nos hacemos las sordas), porque los consideramos bien old fashioned , o “mente cerrada”. Pero, déjame hacerte una pregunta… ¿realmente crees que tu mamá/viejita/madre/jefa/mami te dará algún consejo sólo para molestarte? Piensa bien antes de responder. La respuesta es “no” en todos sus casos; ella siempre tratará de que no sufras o comentas los mismos errores que ella. Tal cual lo harías tú con tu hij@(s).

Lo que estoy a punto de decirles, tómelo o déjenlo, es mi experiencia y espero que les pueda servir de algo:

Mi mamá fue madre soltera (digo en tiempo pasado porque recién a los 30+ encontró a su verdadero amor, después de haber salido con pura cochinadita – ya ven, las mamás también tienen decepciones amorosas) pero desde los veintipico hasta ese entonces, lo fue. Mis padres, se divorciaron. Tuve la bendición y suerte de tener a mi mamá siempre conmigo (a pesar de que trabajaba todo el día) que cumplió doble rol para mi (mamá-papá) aunque me atrevería a decir que fueron más: mamá, papá, amiga, hermana, compañera, confidente, infinito.

Pero volviendo más o menos al tema… ¿Cuántas de nosotras decimos “aaaay, ya empezó” y volteamos los ojos (los ponemos en blanco) cuando nuestras mamás empiezan a hablar de algún tema en particular? Yo era una de las que hacía eso (creo que a veces cometo el mismo error, trato de ya no hacerlo) pero es importante recordar algo.

Mamá, no nació sabiendo. Ella tuvo desamores , el corazón roto, lágrimas corriendo por sus lindas mejillas por algún hombre, perdió amistades a las cuales ella amaba con todo su corazón, le fallaron en alguna oportunidad (o muchas), tuvo haters en su vida, ganó experiencia, hizo prácticas (y en esos tiempos, no existía Chamba para Creativos , entonces la cosa era más difícil) , trabajó/se sacó la “#!%& por ti (o trabaja), sabe lo que dura que puede ser la vida, pero además te tiene a ti como responsabilidad y te ama sobre todos los errores y estupideces que cometas, te da prioridad sobre todo y jamás te ha faltado nada (ni amor, ni comida, ni un techo, ni lujos que muchísimas personas no tienen por falta de tiempo, economía, y demás) y si no tuviste lujos, querida, agradece porque estás viva y tienes mucha suerte aunque no lo creas.

(Quiero citar aquí una frase que me gusta mucho: “Si quieres sentirte afortunad@ simplemente cuenta todas las cosas que tienes”). Empieza ahora.

Este es un llamado de consciencia, para mí misma y para todas las que estamos aquí:

No seamos tan idiotas (sorry, no se ofendan, es la firme). Valoremos más lo que ya tenemos, dejemos de ser tan fieras-criticonas; todas lo hemos sido en alguna oportunidad. Ellas (nuestras queridas mamis) han pasado por todo lo que tú y yo estamos o pasaremos; siguen vivas y mantienen ese brillo en el corazón, y amor.

Aplaudámoslas, mimémoslas, escuchémoslas… no sólo en el día de la madre, sino TODOS LOS DÍAS, como hoy.