Te escribo esto porque eres mujer, porque tienes sentimientos, porque no quiero que pases lo mismo que yo pasé.

Puede que la historia se repita, puede que no. Pero no pierdo nada diciéndote esto:

Los hombres, en su mayoría, fingen ser mejores de lo que realmente son al principio de la relación (escobita nueva, siempre barre bien) y no, no es despecho, sólo quiero que tomes eso en cuenta, porque así como tú, yo también sé lo que es ilusionarse..

Así que conócelo bien antes de entregarte por completo, el amor siempre trae riesgos; es cierto que aquella persona que no arriesga, no gana; pero ten cuidado, porque aquello que estás apostando… es tu corazón.

No dejes que te manipule o trate de cambiar todas tus ideas, porque un hombre que realmente te ama, puede que no necesariamente comparta al 100% tu forma de pensar… pero siempre te apoyará y respetará la visión que tienes, además de ayudarte a alcanzar tus sueños. Siempre.

Ante la mínima falta de respeto de su parte, déjalo. Una cosa es cometer errores y otra dejar que te humillen y/o minimicen. Ámate más a ti misma de lo que lo amas a él.

Si quieres salir con tus amigas y todo el tiempo (él) te pide que no lo hagas y que te quedes en casa… no hagas caso. Comparte tiempo con él, eso sí… pero no abandones a tus amistades y sobre todo, no abandones a tu familia por él.

No abandones tus creencias y todo aquello que te hace la mujer que eres o lo que harás para ser la mujer que quieres ser. No dejes que él influya en todo lo que estás haciendo. Recuerda que él es parte de tu vida, pero no tu vida entera.

Puede que él haya mejorado, sí, pero también… puede que esté utilizando la misma estrategia que usó conmigo.

Si te hace feliz, si te cuida, respeta, alienta, si no te opaca para él sentirse “brillante”, si te demuestra (y no en el primer, segundo o tercer mes nada más) siempre que… sin duda alguna, puedes proyectarte con él, entonces hazlo.

Para cerrar esta carta… déjame decirte una última cosa.

No sé si él te ha hablado de mí, pero sé inteligente y date cuenta de que si llenó tus oídos de cochinadas (mentiras) sólo para que tú te sientas más segura de “su amor por ti”, la cruda verdad, es que (él) hará lo mismo y/o algo peor contigo.

Pregúntale sobre mí. Porque no hay mejor forma de saber qué tipo de persona es alguien, que preguntándole lo que opina del resto y no al resto lo que opinan de él. Toma la prueba. Salta. Haz lo que mejor te parezca, pero hazlo por ti y para tu bien.

No te conozco, pero aunque no se trate de “guerras” ni “equipos”, siento que es mi misión contarte mi versión, que aunque resumida, espero que te haya servido.

Espero que la historia no se repita.