Antes de convertirse en el actor de éxito que es hoy, Robert Pattinson intentó convertirse en uno de los grandes de la pasarela. Pero, al parecer, no le fue nada bien.

Según revela el propio Pattinson, su físico le jugó una mala pasada para poder irrumpir en el modelaje. Su apariencia afeminada, tal y como explica en la revista Celebrities, hacía percibir un aspecto afeminado. Como consecuencia, más de un trabajo en aquel medio se fue al tacho.

Luego de la experiencia, el joven actor dejó de lado los temas en torno a su imagen, apreciando hasta el día de hoy el aspecto desaliñado que tanto vuelve locas a sus fanáticas.

Gracias a su fracaso como modelo, pudo encontrar en la actuación la manera de demostrar que puede ser el más inquietante entre los de su generación.