Si bien es normal que el color, la textura y la cantidad de flujo vaginal varíe a lo largo del ciclo menstrual de una joven, algunos cambios pueden indicar la presencia de un problema.

En primer lugar, debemos aprender algunas de las diferencias entre el flujo vaginal normal y el anormal. Esto te ayudará a reconocer los cambios que pueden ocurrir.

Los flujos vaginales normales pueden variar de textura y color. Pueden ser poco espesos, pegajosos y elásticos, o pegajosos y espesos. Los flujos vaginales deben ser claros, blancos o blanquecinos.

Los siguientes cambios pueden ser indicio de un problema:

-Cambio en el olor (en especial si es desagradable).

-Cambio en el color o la textura (en especial si se vuelve verdoso, grisáceo o se asemeja al pus).

-Cambio en la textura (espumoso o semejante al requesón).

-Picazón, ardor, hinchazón o enrojecimiento vaginal.

-Sangrado vaginal o pérdidas que no corresponden al período menstrual.

Las infecciones vaginales, como la vaginitis bacteriana, la candidiasis (infección por un hongo) y la tricomoniasis suelen ser la causa común de flujo vaginal anormal.

Algunas infecciones que pueden causar cambios en el flujo vaginal, como la gonorrea, son de transmisión sexual. Otras infecciones, como la vaginitis bacteriana o las infecciones causadas por hongo, pueden aparecer independientemente de haber tenido relaciones sexuales o no.

Si notas algún cambio en el flujo vaginal o crees que puedes tener algún problema, debes consultar a un médico lo antes posible.