Las denominadas dietas normoproteicas están basadas en productos calibrados, es decir, productos especiales elaborados con la cantidad necesaria de proteínas que el cuerpo necesita pero contrarrestando la mayor cantidad de las grasas y azúcares. Su aporte de fibra es abundante, además hace que la ingesta de hidratos de carbono sea una función limitada. Una dieta en la que no pasarás hambre, y en donde la pérdida de peso, es garantizada dentro de sus periodos iniciales; pero eso sí, un contra muy importante es que debe ser una dieta otorgada y controlada por el nutricionista, pues las visitas al médico deben ser periódicas para ver la evolución ya sea favorable o no para el organismo.

Las dietas hiperproteics son la contraparte, aquellas son de origen animal con contenidos altos de valor proteico tales como carnes y pescados, que aunque mantenga un alto grado de proteínas, algunos llegan a consumir un contenido proteico desmesurado que el organismo necesita, lo cual puede conllevar a riesgos para la salud.

Esta dieta puede tener más contras que pros, por eso es recomendable no abusar de ella, pues el tránsito intestinal es muy lento y las grasas que se ingieren, de origen animal, pueden ser perjudiciales como las enfermedades cardiovasculares, entre otras. Incluso la pérdida de peso es gradual, y aunque no es una dieta que debe ser necesariamente verificada por un especialista.

Ahora eres tú quien debe elegir la dieta que mejor se adecue a tu organismo. Sigue un correcto régimen alimenticio, y ¡buena suerte!