El estudio de Yale, citado por el New York Times, intenta determinar la relación directa entre la falta de sensibilidad en el área genital femenina y el manejar bicicleta.

Pasar mucho tiempo sobre un asiento de bicicleta se ha relacionado con la disfunción eréctil en los hombres. Esto también puede ser un peligro para la salud sexual de la mujer, según un nuevo estudio de la Universidad de Yale.

Los asientos de bicicleta están diseñados de tal manera que el peso corporal descansa sobre la punta del asiento, que puede comprimir los nervios y los vasos sanguíneos en el área genital.

El estudio realizado en el 2006 encontró que las mujeres ciclistas tenían menos sensibilidad genital que un grupo de corredoras. En el último estudio, los investigadores de Yale trataron de determinar si existen factores específicos que influyen en el dolor y el entumecimiento de las conductoras.

Cuarenta y ocho mujeres participaron en el estudio y cada una de ellas manejaba por lo menos 10 kilómetros. Los investigadores descubrieron que cuanto más bajo está el manillar en relación con la silla de montar, más se tiene uno que inclinar hacia adelante, lo que obliga a poner un mayor porcentaje del peso corporal en el perineo.