Sí, el orgasmo es “eso” que sientes cuando estás en el clímax de una relación sexual, ese instante en el que nada más importa, sólo el placer.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué ocurre en tu cuerpo mientras experimentas uno? ¿Si los orgasmos ofrecen beneficios para la salud, más allá de que “se sientan bien”?

Primero hay que definir qué es un orgasmo. Si bien cada persona los experimenta de manera distinta, también lo es que todos tienen ciertas características en común.

Los científicos lo describen como la culminación del acto sexual, un instante de placer intenso que proporciona una satisfacción sexual máxima.

Según Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, los orgasmos son necesarios ya que por medio de ellos se descarga la energía sexual y se mantiene el equilibrio.

Entre otros beneficios, los orgasmos reducen los niveles de estrés y ansiedad.

Además, evitan los dolores de cabeza al generar una vasodilatación y la producción de endorfinas, analgésicos naturales.

También generan efectos positivos para la circulación, respiración, flexibilidad muscular y el sueño. En el plano emocional ayudan a liberar tensiones y mantener un buen humor, generar cercanía con la pareja y aumentar el autoestima.

El sexólogo y psicoterapeuta Wilhelm Reich fue más allá al afirmar que “La salud psíquica depende de la capacidad de entrega durante el acto sexual”.