El cuello es la parte del cuerpo que está en continuo movimiento, estirándose y replegándose muchas veces al día. Y no está en la rutina de los tratamientos de , lo que es un gran error. Al igual que la piel de la zona del escote, esta es más fina y frágil.

Esto da a lugar a que el cuello sea mucho más vulnerable ante los daños provocados por el sol y el entorno, así como a una mayor visibilidad de los signos prematuros del envejecimiento, la pérdida de elasticidad y de firmeza, además de sufrir decoloración visible, a causa del daño solar.

Asimismo, a diferencia de los músculos de la cara, los que soportan el cuello son menos fuertes; lo que hace que la piel de esta zona sea más vulnerable a la gravedad con la edad, y por eso se arruga más rápido.

En ese sentido, es mucho más habitual ver a muchas lucir un rostro juvenil, mientras que, el cuello no presenta un aspecto uniforme.

A continuación, te presentamos 3 cuidados simples que debes seguir:

1. Higiene

Debes limpiarlo a profundidad cada día al igual que el rostro, no olvides de la zona de la nuca, que es la base que sustenta su firmeza.

2. Exfoliación

Es importante hacerlo semanalmente con productos que sean biodegradables y no tóxicos, en el mercado existen diversas marcas. También puede utilizar una específica, después de la exfoliación.

3. Masajes

Este tercer paso es muy importante porque el cuello sufre de tensiones por culpa de las malas posturas, las horas frente al computador, etc. La mejor forma sería estirando la estructura del cuello para evitar las consecuencias de estas tensiones. Realiza un masaje suave durante 5 minutos aproximadamente al día y el día de la aplicación del exfoliante al menos unos 15 minutos.