Andar en bicicleta no dejará que caigas en estrés: Se ha comprobado que las personas que montan bicicleta sufren menos enfermedades psicológicas o depresión. Llevando a que el cerebro se oxigena, además, segrega hormonas que generan adicción.

Reduce el riesgo de un infarto: Ello puede contrarrestarlo hasta en un 50 por ciento. Al pedaliar, el ritmo cardiaco máximo aumenta y la presión arterial disminuye.

Previene dolores de espalda: Al adoptar una buena postura en el asiento, con el torso inclinado hacia delante, los músculos de la espalda se tensan y se ven obligados a estabilizar el tronco.

Se reduce el colesterol LDL: También denominado dañino, haciendo que el colesterol “bueno” aumente, pues los vasos sanguíneos se encontrarán mucho más flexibles y saludables.