Imagina que un día despiertes y tengas un color distinto de piel, y no sepas por qué. Piensas cuál pudo haber sido la causa y no encuentras la razón, sin embargo, el cambio de tono quizá se deba a algo que hayas comido.

Un reciente estudio que se realizó en Escocia, sugiere que el consumo de frutas y hortalizas influye directamente en el enrojecimiento y palidez de la piel. Esos cambios de tonalidad, están relacionados con un mayor atractivo, afirman los investigadores.

Los especialistas hallaron que aumentar la ración de frutas y verduras hasta una tercera parte, por un periodo de seis semanas, es suficiente para notar una mejoría en la salud de la piel, sobre todo del rostro.

Un ejemplo muy popular es el tono de las mujeres volviéndose naranja o amarillo, por el consumo de grandes cantidades de zanahorias.