Terminar una relación nunca es fácil y es muy común que caigamos en estos lapsos de “extrañación absoluta” donde sentimos la urgencia apremiante de marcarle por teléfono, mandarle un mensaje, un inbox, un whatsapp, una señal de humo o lo que sea.

El problema es que después de hacerlo nos sentimos fatal con nosotras mismas por haber roto nuestra promesa de no volver a hacerlo.

Si ya tomaste la decisión de realmente dejar atrás esta historia, te dejamos 5 tips muy sencillos para evitar caer en las garras de la tentación con forma de celular:

1. No te la pongas fácil

Una vez que ya tomaste la decisión, tómala de raíz. Es decir, bórralo de tus contactos y de toda red social por donde puedas contactarlo. No importa si él se da cuenta o si piensa que estás enojada o ardida, esto lo estás haciendo por ti.

El primer paso es que no te sea tan fácil acceder a su información para que tengas por lo menos unos minutos más de tiempo para arrepentirte de la llamada o el mensaje.

2. Deja de monitorear su vida

Esto va de la mano con el paso anterior… porque sabemos que, aunque lo elimines de todas tus redes sociales, siempre encontraremos la manera de seguir viendo su perfil. Esto no nos deja nada bueno, así que es momento de dejar de hacerlo.

No le pidas a tus amigas que lo busquen y evita las pláticas donde puedan informarte si está saliendo con alguien, si compró coche nuevo, si se mudó de casa… En este momento no necesitas saber nada de su vida.

3. Uno malo por cada bueno

La urgencia de marcarle suele llegar cuando recordamos las cosas buenas que teníamos con esa persona: rutinas, espacios, momentos, canciones… O cuando nos pasa algo que sólo él podría entender. Romper estos hábitos es difícil, más no imposible. Por cada recuerdo bueno que te ataque oblígate a pensar en uno malo.

No terminaron porque todo fuera miel sobre hojuelas, ¿cierto? Así que por cada recuerdo amable oblígate a pensar en un defecto o situación que los orillara a separarse. Poco a poco irás viendo que tomaste la decisión por algo y que, aunque él sigue teniendo todo lo bueno que tenía, también siguen teniendo diferencias.

4. Reflexiona sobre tus motivos

Por lo general, cuando nos entra esta necesidad de buscarlo es cuando nos sentimos solas, estamos aburridas o cuando vivimos algo muy fuerte que quisiéramos compartir con él. Analiza bien qué te está orillando a sentir esta urgencia de contactarlo y trata de atacar el problema desde otro ángulo.

5. Busca algo que te motive

Cuando cortaste con él, seguramente extrañabas hacer muchas cosas que hacías antes de conocerlo, desde salir más con tus amigas, viajar, practicar algún hobbie, tomar alguna clase… recuerda qué extrañabas hacer cuando estabas en la relación… y hazlo. Ya no hay pretextos, estás libre y tu tiempo te pertenece.

Retoma tus clases de francés, de pintura, métete a clases de Pilates, busca un trabajo alterno, concéntrate en terminar todos esos libros que tienes pendientes… Enfoca tu tiempo hacia ti misma y en la medida en que te dejes de sentir aburrida dejarás de extrañar las rutinas y los hábitos que compartías con él.