Las glándulas en la cérvix y la vagina segregan un líquido cuya función es eliminar células muertas e impurezas. De esa forma, el área se mantiene limpia, lubricada y libre de infecciones. El mecanismo no es infalible y se pueden presentar infecciones.

Estas se identifican por un cambio en el olor, la textura y el color del flujo vaginal. Si se torna amarillo, es importante combatirlas de inmediato, pueden tratarse de infecciones por transmisión sexual. No las pases por alto.

El interior de la vagina es un lugar cálido, húmedo y oscuro, el entorno ideal para que proliferen las bacterias. Una de las funciones del flujo vaginal, especialmente en los años fértiles, es precisamente mantener la limpieza de esa zona, sacando al exterior las células muertas y las bacterias.

Por lo general el flujo vaginal es de color claro (o transparente) y no tiene olor. Su cantidad, color y consistencia pueden variar según el día del ciclo menstrual, entre otros factores.

Sin embargo, cuando el flujo adquiere una textura, olor y color diferentes, hay que prestar atención. Especialmente si el color del flujo es amarillo, o de cualquier tonalidad amarillenta, con seguridad la mujer está sufriendo una infección que, en muchos casos, podría ser transmitida sexualmente. Algunos de estos casos son los siguientes:

1. Gonorrea: se trata de una enfermedad transmitida sexualmente (ETS), causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Entre sus síntomas se encuentra el flujo vaginal amarillo y/o ensangrentado. Las mujeres con gonorrea pueden experimentar además, una dolorosa sensación de ardor al orinar, así como sangrado entre los períodos.

2. Clamidia: se trata de otra infección transmitida sexualmente y causada por la bacteria Chlamydia Trachomatis. Los síntomas se presentan alrededor de 1 a 3 semanas después del contagio. El flujo vaginal, además de tomar una tonalidad amarillenta, suele tener olor fétido.

3. Tricomoniasis: un flujo amarillo (o a veces amarillo-verdoso) con olor penetrante, puede deberse a otro tipo de infección por trasmisión sexual causada por un organismo llamado Trichomonas vaginalis. La infección puede provocar otros síntomas, como picazón o irritación en los genitales, así como incomodidad y dolor al orinar o durante las relaciones sexuales.

4. Cervicitis: consiste en la inflamación del cérvix situada al final del útero (por eso se le denomina también cuello uterino). Una de las señales principales de inflamación es la aparición de una secreción vaginal amarillenta (también puede ser gris o blanca), dolor en la vagina, sangrado entre períodos y después de las relaciones sexuales.

Tú conoces tu cuerpo y cómo varía tu flujo vaginal según los días del mes. Debes estar atenta a cualquier cambio, y especialmente si el flujo se vuelve amarillo. Procura protegerte para evitar contraer una enfermedad por transmisión sexual pero si tienes cualquier signo o síntoma como los que mencionamos, visita al ginecólogo de inmediato.