Elegimos a los chicos malos. Un estudio reciente asegura que las mujeres inconscientemente preferimos a los “chicos malos” cuando estamos en la etapa de la ovulación, es decir, el momento del período donde tenemos mayor fertilidad. Según la investigación, nosotras nos sentimos más atraídas por los hombres sexies y rebeldes en vez de por los chicos buenos y políticamente correctos.

Preferimos la ropa sexy. Si vas al shopping en unos de tus días de ovulación tienes una cierta inclinación a comprar ropa más sexy. Eso asegura un estudio publicado en el Journal of Consumer Research. Los investigadores le mostraron a un grupo de mujeres, en diferentes etapas del ciclo, fotos de otras mujeres antes de elegir qué comprar. ¿Resultado? Las que estaban ovulando prefirieron comprar ropa más ajustada, por ejemplo.

Compramos de más. No vayas de compras inmediatamente antes del período, porque tu naturaleza femenina puede hacerte gastar de más, algo de lo que luego te arrepentirás. Según expertos, esto ocurre porque nuestro impulso de ir a comprar se incrementa para lidiar con los síntomas del síndrome premenstrual. Una encuesta demostró que las chicas tenemos más posibilidades de derrochar el dinero desde 10 días antes del comienzo del período y que más de la mitad de las encuestadas que justamente estaban en el preperíodo gastaron alrededor de 50 dólares de más.

Nos relacionamos mejor con los hombres. Cuanto más fértiles estamos (es decir, en la ovulación), más divertidos e interesantes nos resultan los hombres. ¿Te imaginabas este efecto? Asimismo, esta etapa del período femenino los atrae más porque biológicamente es el momento más apto para la reproducción.

Cambia nuestra voz. Otro síntoma se suma al síndrome premenstrual, aunque seguro no te das cuenta: la voz se nos vuelve ligeramente menos atractiva para los hombres. En el marco de un estudio, un grupo de hombres escucharon grabaciones de voces femeninas de todos los momentos del ciclo menstrual. Cuando se les pidió que eligieran las voces menos atractivas, coincidieron en aquellas voces de las mujeres que estaban por menstruar.