La firma, fundada por Gianni Versace en 1978, recurrió a Kaia Gerber , Kendall Jenner y las hermanas Hadid para presentar una colección llena de vestidos “bandage”, ajustados, femeninos, de cuero negro y repletos de cuerdas y transparencias.
El negro fue el auténtico protagonista de la segunda parte de su desfile, ya que la primera estuvo centrada en los colores flúor, y el negro solo se vio interrumpido con algunos toques de color provenientes de broches dorados o detalles de pedrería en cinturones o botones de los abrigos.
Los vestidos ajustados a la silueta se acompañaron de botas altas con detalles en pedrería, o con zapatos de tacón, pero también hubo chaquetas ajustadas con mangas de encaje, que se llevaron como vestidos sobre medias también de encaje, y faldas de tejidos negros traslúcidos con bordados dorados.
La diseñadora y empresaria italiana Donatella Versace reservó a estas estrellas del mundo de la moda para el final de su puesta en escena, ya que la primera parte estuvo enfocada a los rosas, verdes y amarillos flúor.
Se pudieron ver gabardinas marrones con cuello de pelo rosa y verde, pantalones verdes acompañados de abrigos largos y abiertos en color salmón, faldas marrones de cuadros, con bordados verdes flúor, y bolsos verdes, amarillos y rosas intensos.
Y el estampado “pañuelo”, que es tendencia esta temporada en camisas, pasó en la colección de Versace del próximo otoño-invierno a decorar chaquetas y pantalones.
Fuente: Efe