Contrariamente a lo que podríamos pensar, esta compañía no fue fundada por ninguna empresaria llamada Victoria, sino que fue creada en 1977 por un tímido hombre de negocios llamado Roy Raymond.

Raymond, que había estudiado en la escuela de negocios de Stanford, lo pasaba muy mal cada vez que debía comprar lencería para su esposa. Por ello, decidió inventar un nuevo concepto que resultara más cómodo para los hombres.

Así, con una inversión de solo 80.000 dólares, abrió su primera tienda en la ciudad de San Francisco. En lugar del agobio que ofrecían los grandes almacenes con una gran cantidad de tallas, modelos y dependientas, Raymond mostraba conjuntos únicos y exclusivos expuestos en unos marcos en las paredes.

Una vez que el cliente había elegido un conjunto, un asesor de la tienda le ayudaba a decidir la talla. Además, complementó estos servicios con un catálogo de venta por correo.

Tan solo cinco años después de su fundación, Victoria’s Secret contaba con seis almacenes, disponía de un catálogo de 42 páginas e ingresaba alrededor de seis millones de dólares al año. En ese momento, Raymond decidió vender la compañía a la firma The Limited por tan solo cuatro millones de dólares.

Los nuevos dueños decidieron expandir la compañía a lo largo de Estados Unidos y comenzaron a producir perfumes, zapatos y otro tipo de prendas bajo la marca Victoria’s Secret.

A pesar de haber revolucionado la forma de comercializar la lencería femenina, Roy Raymond había hecho un negocio ruinoso con la venta de su empresa. En 1993, agobiado por las deudas, el creador de Victoria’s Secret se suicidó saltando a la bahía de San Francisco desde el Golden Gate.

Fuente: ABC