Ha habido un breve momento de confusión en el momento de anunciar la ganadora, pero finalmente la corona (valorada en 120.000 dólares) se va a Venezuela. Es la séptima vez que una venezolana se corona como reina universal de la belleza.

Gabriela Isler también recibirá un premio en metálico de 186.000 euros y el derecho de llevar sobre su cabeza una corona de oro y platino, con 1.371 gemas incrustadas.