Rodeadas de lujo y en el centro de atención de medios de todo el mundo, las chicas viven desde hace dos semanas una experiencia que no olvidarán, aunque sólo una de ellas se ceñirá la corona de Miss Universo en la gala final, que se celebra el sábado.

“Pido a Dios para dar lo mejor de mí y poder mostrarme. Mientras tanto, quiero disfrutar y aprovechar este momento, porque solo gana una chica”, dijo a Efe la candidata argentina, Brenda González, de 20 años.

“Hace muchísimo frío y hay que acostumbrarse a llevar el abrigo. Rusia es un país muy distinto”, explicó González, que no dudó en añadir que vive una “experiencia muy linda”, de la que se llevará “muchos recuerdos bonitos”.

Tampoco la venezolana Gabriela Isler olvidará nunca su viaje a Rusia, donde dijo haber sentido “el cariño de la gente” a pesar de que “el clima es lo único que ha fallado” en una Moscú que recibió con persistentes lluvias a las aspirantes a Miss Universo.

“Nunca había tenido la oportunidad de haber venido a otro país, y menos como representante de mi patria, Venezuela. Se siente hermoso llevar tu bandera sobre el pecho y que la gente por la calle te reconozca y te de el cariño”, aseguró emocionada esta belleza caribeña, de 25 años.

Otras 16 latinoamericanas competirán por el título, entre ellas Alexia Viruez (Bolivia), Jakelyne Oliveira (Brasil), María Matthei (Chile), Cynthia Duque (México), Constanza Báez (Ecuador), Guadalupe González (Paraguay), Lucía Aldana (Colombia), Paulette Samayoa (Guatemala) y Fabiana Granados (Costa Rica).

Completan la lista Yaritza Reyes (República Dominicana), Diana Schoutsen (Honduras), Alba Delgado (El Salvador), Nastassja Bolivar (Nicaragua), Cindy Mejía (Perú), Monic Pérez (Puerto Rico).

También estará entre las aspirantes la española Patricia Yurena Rodríguez, de 23 años y nacida en Santa Cruz de Tenerife que en 2008 se alzó con el título de Miss España.

Ante todas ellas se puede abrir un halagüeño porvenir si saben aprovechar la oportunidad, aseguró la candidata venezolana, que cree que tanto su futuro como el de “cualquier chica que está aquí está prácticamente garantizado”.

La chica que gane el concurso, cuya “grandeza”, según Trump, “eclipsará todas las ediciones anteriores”, recibirá una corona valorada en 120.000 dólares, viajará durante un año por todo el mundo para participar en diversos actos benéficos y residirá durante ese tiempo en Nueva York.

La final del evento no está exenta de polémica, al menos en Rusia, toda vez que la cadena de televisión estadounidense NBC, que patrocina el certamen, eligió a su presentador Thomas Roberts, homosexual declarado y casado, para presentar la gala del próximo sábado. EFE