La belleza clásica es aburrida, muchas mujeres gastan dinero en tratar de “perfeccionar” partes de su cuerpo que no les agradan y no piensan que justo son esos detalles los que las hacen únicas.

Eva Mendes, por ejemplo, contó que en el colegio le decían Bugs Bunny, por sus grandes dientes cuadrados. Ella, en realidad, tiene una sonrisa encantadora, además habló que odiaba su lunar de joven y ahora es justo esa parte de su cuerpo lo que la ha llevado a ser una bomba sexy.

En busca de la perfección las féminas olvidan que la belleza natural es la que más atrae a los hombres. Ellos siempre van a elegir a una mujer con personalidad, que sabe lo que vale y que se sienta orgullosa de ella misma, a una plástica y llena de cirugías.

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