La moda también cumple un papel importante en el cuidado del medio ambiente, ya que a través del reciclaje de las prendas ayudas a que la ropa que dejaste de usar no acabe en la basura y se vuelva parte de la contaminación del planeta.

Siendo esta una de las premisas nace Santa Calata, la cual proviene un vocablo quechua y significa “desnudo”. La fundadora y diseñadora detrás de esta marca sin género con sede en Chicago es Pamela Calderón, quien explora el concepto de la desnudez mediante la deconstrucción de indumentaria.

La firma convierte tesoros vintage en prendas atemporales e innovadoras con piezas recreadas enteramente a mano y procesos creativos singulares. Todo empezó con la donación de ropa antigua de sus abuelos, prendas que contaban con recuerdos enterrados. De esta manera, cada pieza cuenta con una historia entre sus fibras.

Asimismo, la marca se destaca por ser slow fashion y transgrede. Es decir una firma sustentable y también un instrumento de transgresión a la sexualidad establecida por la sociedad.

Santa Calata nació en medio de una crisis social, cultural, económica y, sobre todo personal. Para Pamela no existió otra opción más que desnudarse frente al espejo y conversar consigo misma, cayendo en cuenta que durante todo su crecimiento ese tema había sido considerado un tabú. “Algo muy transgresor para ser visto”, ella explica.

Para la diseñadora, la marca promueve la libertad de mente, cuerpo y alma. Por ende, pretende que la firma sea un complemento que dialogue con el desnudo. Depop se convirtió en el escaparate perfecto para exhibir por primera vez sus creaciones, ya que le permitió expandirse a un público nuevo.