En el taller habilitado por la ONG británica Fundación Cristiana Filipina, una quincena de madres de alumnos manejan hilo y aguja para unir cientos de anillas de latas de refrescos.

Están manufacturando bolsos y monederos que se venderán en centros comerciales de Filipinas, Japón, Malasia, Oriente Medio, Nueva Zelanda, Australia o Singapur por precios que van desde 5 hasta cien dólares.

Una porción de las ganancias obtenidas con los encargos son para las mujeres y el resto sirve para financiar la Fundación.

“Antes estas mujeres se dedicaban a hurgar en la basura y no ganaban más de cien pesos al día con lo que vendían a plantas de reciclaje. Ahora les pagamos 450 pesos por un bolso. Algunas ganan más de 2.000 pesos por semana”, explica a Efe Marcel Clado, responsable del proyecto de supervivencia y generación de ingresos de la organización.

Además de los bolsos y monederos, las 150 mujeres que participan en el proyecto confeccionan pendientes y colgantes fabricados con papel de revista, pulseras hechas con diversos envoltorios, objetos decorativos con forma de planta e incluso prendas de vestir de color plateado con aspecto futurista.

Parte de los materiales son donados por distintas organizaciones, pero la mayoría provienen del vertedero de Navotas, cercano a la zona portuaria de Manila, donde miles de personas viven hacinadas en condiciones inhumanas.

La Fundación creó este programa de reciclaje en 2007 para mejorar los recursos de las familias de los alumnos de un colegio que construyó junto al vertedero para garantizar la educación de más de 500 niños de entre 6 y 18 años. EFE