Adorada y admirada, la británico-belga artista Audrey Hepburn es uno de los más fuertes íconos para el mundo femenino. Su encanto, talento y belleza fueron capaces de demostrar que no se necesitaba de un par de grandes curvas para brillar en la industria de las estrellas.
Posseedora de una elegancia natural, una personalidad auténtica y un corazón de oro, Hepburn se ha convertido en una fuente de inspiración para todas aquellas mujeres que buscan hacer de la vida un mundo de espontaneidad, sueños y encanto… un verdadero desayuno con diamantes.
Audrey Kathleen Ruston nació en Bélgica un 4 de mayo de 1929 y falleció en Suiza un 20 de enero de 1993) fue una actriz británica, ganadora del ‘Óscar’ y del premio ‘Tony’. Es conocida por ser la primera actriz que impuso la tendencia de la elegancia natural en vez la sofisticación del glamour.
Fue la pionera de las “muchachas no divas” que son toda una pauta de nuestra época. Sin embargo su innovación, su prefiguración de la espontaneidad juvenil, la “cara de ángel” con su frescura que lucía en pantalla y su forma de vestir, que impuso estilos y modas, la transformaron para la historia del cine como otro de los mitos del séptimo arte. Además, Audrey Hepburn es también reconocida por ser bailarina, modelo y por sus abundantes acciones humanitarias.
Es considerada por la American Film Institute como la tercera mejor estrella femenina de todos los tiempos.