El salmón de la empresa AquaBounty Technologies es el primer animal transgénico que Estados Unidos legalizó para el consumo humano.
Aún no se define cuándo este pescado llegará a las tiendas. Apodado por sus detractores como ’Frankenfish’, en alusión a Frankenstein, recibió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA)
Como “nutritivo” y “seguro para el consumo humano” consideró a este salmón la institución. AquAdvantage Salmon es llamado el animal modificado genéticamente para crecer el doble de rápido y alcanzar, con menores gastos, el tamaño mínimo requerido para ser vendido en el mercado.
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En unos 16 o 18 meses, frente a los 30 meses de los que se crían naturalmente, crece el salmón transgénico, gracias a una hormona de crecimiento importada de la especie chinook y el gen de un pez anguila.
La FDA dispuso como requisito que los salmones crezcan en instalaciones terrestres, no en jaulas oceánicas, a fin de evitar que escapen en la naturaleza. No ordenó que los productos lleven el etiquetado de “genéticamente modificado”, por considerar que no hay diferencias biológicas relevantes entre este pez y los silvestres.
La polémica incluye a la industria pesquera de Alaska, grupos de consumidores y defensores del medio ambiente, que temen la venta de más animales modificados genéticamente, como cerdos, vacas o pollos.
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