Cuidado, alerta de spoiler. El peligro regresó a Alexandría en el quinto episodio de la sexta temporada de The Walking Dead, titulado ‘Now’, donde cientos de zombis aguardaban la oportunidad de atravesar las murallas de la ciudad y sembrar terror entre los pocos alexandrinos que siguen con vida.

Pese al reclamo de los fans de , ‘Now’ no confirmó nada en torno al (Steven Yeun) al punto de que los sobrevivientes todavía creen que hasta Nicholas (Michael Traynor) sigue con vida. Del mismo modo, no hay noticias sobre Daryl (Norman Reedus), Abraham (Michael Cudlitz) ni Sasha (Sonequa Martin-Green). Lo único que hay son zombis en el perímetro de la zona segura, muertos que esperan su entierro y dolor, por supuesto. Para la mayoría de alexandrinos, la muerte es inevitable, pero otros sostienen que es una oportunidad de lucha para sobrevivir.

En ese marco, Deanna (Tovah Feldshuh) parece haber olvidado que todavía es la líder de Alexandría. Su estado es tan patético que al inicio de ‘Now’ examina en silencio los daños causados por el ataque de los wolves (lobos), mientras escucha a Michonne (Danai Gurira) decirle a Maggie (Lauren Cohan) que nunca vieron ninguna señal de Glenn. ¿Todavía está vivo? Poco después, las orejas de Deanna se levantan porque alguien grita para que lo dejen entrar: se trata de Rick (Andrew Lincoln), quien tiene a cientos de zombis siguiéndolo. Supuestamente es la mitad de walkers que pasó por la cantera que dirigía la ciudad. La otra mitad debería estar tras Daryl y compañía.

Rick ingresa a tiempo a Alexandría, pero los walkers ya están afuera, golpeando y empujando para abrirse paso. Pese a que la situación parece complicada, Rick le dice al resto de alexandrinos que las paredes aguantarán el embiste de los zombis y que necesitan mantenerse tranquilos porque Daryl, Abraham y Sasha deben regresar dentro de poco con sus vehículos para atraer a los walkers. También asegura que Glenn y Nicholas no deben tardar en volver. Solo hay que esperar en silencio, aunque Rick no termina por convencer a todos.

Cuando las acusaciones empiezan a caer sobre Rick, Aaron (Ross Marquand) no solo sale en su defensa, sino también revela que perdió su mochila con información sobre la ciudad cuando cayó en una trampa de los wolves con Daryl.

Probablemente, señala, los salvajes dieron con Alexandría por su culpa. Después de esta confesión, Deanna solo atina a marcharse en silencio, obviando las llamadas de sus compañeros.

Jessie (Alexandra Breckenridge) escuchó las palabras de todos y ahora está en su casa intentando ayudar de alguna forma, así que arrastra el cuerpo de la wolve a la que asesinó en su cocina y lo junta con otros cadáveres, pero cuando se prepara para enterrarlos, Rick la detiene y le dice que los asesinos no serán enterrados en la zona segura.

En tanto, como los alexandrinos han aceptado que ya no hay escapatoria, deciden arrasar con el almacén de alimentos a pesar de la oposición de Olivia (Ann Mahoney). Deanna es testigo de todo, pero es incapaz de levantar un dedo. No obstante, su hijo Spencer (Austin Nichols) los convence de devolver las cosas con un mensaje esperanzador, aunque con un interés subalterno. Spencer es visto horas después embriagándose con una botella que robó de la alacena y culpando a su madre por las muertes de su padre y hermano.

Mientras eso pasa, algunas alexandrinas improvisan un in memóriam en los muros de la ciudad, donde escriben los nombres de los que murieron en el reciente ataque, incluyendo a Glenn y Nicholas, aunque Maggie todavía no cree que su esposo esté muerto. La sobreviviente de los Greene se prepara para salir a buscar a Glenn, siendo seguida por Aaron, quien quiere ayudarla para expiar en parte su sentimiento de culpabilidad. Además, dice conocer una buena forma de abrirse paso entre los walkers sin peligro: el desagüe.

Maggie y Aaron siguen su camino por esta vía subterránea, pero igual tropiezan con algunos walkers horripilantes. Como el explorador no caminaba por este lugar desde hace buen tiempo, no esperó la aparición de los zombis que le provocan una herida en la cabeza. Felizmente, la pareja supera la amenaza, pero Maggie le pide que regrese para que curen su lesión, negándose Aaron rotundamente. Sin embargo, algunos pasos más adelante abortarían la misión. Cuando están cerca de la salida, Maggie decide regresar a casa porque es imposible seguir adelante por la gran cantidad de walkers que los esperan afuera. Se siente frustrada. Dice que no estará tranquila hasta saber si Glenn realmente murió y recuerda que recientemente quemó la única foto que su esposo tenía de ella porque le prometió que jamás se separarían. Es en esas circunstancias que . Espera un bebé que quizá nunca conocerá a su padre.

De otro lado, Carl (Chandler Riggs) y Ron (Austin Abrams) protagonizan su primera pelea con puños de por medio por Enid (Katelyn Nacon), de quien no se sabe nada desde el ataque de los wolves. Carl quería salir a buscarla, pero Ron lo amenazó con avisarle a su padre. El razonamiento del hijo de Jessie fue justo: si salen, otro grupo tendrá que buscarlos posteriormente y seguramente alguien morirá en esa misión, por lo que Carl opta por quedarse en casa a regañadientes, aunque Ron de todos modos se lo informa a Rick, a quien también le pide que le enseñe a usar un arma.

En casa de Jessie, Sam (Major Dodson) no quiere abandonar la protección de su piso superior. Tiene miedo al igual que el resto de alexandrinos, aunque Jessie les muestra el camino cuando acaba con un walker atrapado en una casa. Supuestamente se trata de una residente que se suicidó, salida que no es aceptada por la viuda. Si no buscan luchar por sobrevivir, morirán. Eso dice Jessie.

Esa noche, Deanna deambula por las calles de Alexandria cuando se cruza con un walker al que apuñala inútilmente varias veces en el pecho. Para su suerte, Rick estaba cerca. Rick está aquí para salvarlos. Al menos eso cree Deanna y por eso le dice que él debería liderar la ciudadela. De hecho, previamente dejó un mapa con varias indicaciones para gobernar la zona segura como quien adelanta su retiro, aunque después comenta que su sueño con Alexandría fue una ilusión. No obstante, Rick le asegura que sí es posible vivir, y no solo sobrevivir, en este lugar.

Poco después, Rick visita a Jessie después de enterarse de lo que dijo a los demás alexandrinos. Jessie quiere saber si realmente hay un futuro para ellos, pero el sheriff no le responde. Tan solo se acerca a ella y la besa largamente.

Algunas horas antes, el amor también se manifestó en medio del acoso de los walkers. Denise (Merritt Wever) creía imposible ayudar a Scott (Kenric Green) en la enfermería, pero encuentra una salida para su paciente por la insistencia de Tara (Alanna Masterson), a quien luego busca y besa en la boca.

En la recta final de ‘Now’, Spencer reemplaza como vigía a Rosita (Christian Serratos), pero sigue actuando de forma rara al igual que su madre, quien golpea las paredes de Alexandria como quien reta a los walkers que esperan fuera. Cuando Deanna se aleja, la cámara enfoca un rastro de sangre en uno de los muros de la ciudad, sin saber si se trata de una filtración de los zombis o si Spencer se suicidó y por un lado.

Mientras tanto, Maggie y Aaron borran los nombres de Glenn y Nicholas del in memóriam porque han decidido mantener la esperanza. De hecho, el explorado sugiere algunos nombres que su amiga podrá discutir con su esposo “cuando” regrese a su lado.

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The Walking Dead es emitida los domingos a las 9:00 pm (hora local) por AMC en Estados Unidos y los lunes a las 8:00 pm (hora peruana) por Fox en América Latina.

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[Esta nota fue publicada originalmente el 09.11.2015]