Rick (Andrew Lincoln) todavía tiene pensado dar un golpe en Alexandría si es necesario, pero por lo pronto parece que se dedicará al trabajo para el que nació: ser sheriff, aunque no por eso dejará de flirtear con la esposa de otro hombre.
En el décimo tercer episodio de la quinta temporada de The Walking Dead, titulado Forget, Sasha (Sonequa Martin-Green) dejó en claro que será la sobreviviente con más problemas para adaptarse a la zona segura. Incluso más que Daryl (Norman Reedus). Al empezar el capítulo, Sasha reúne unas cuantas fotografías de la familia que vivía en su nueva casa y practica tiro con estas. La hermana de Tyreese (Chad Coleman) no está bien. Mientras dispara contra los rostros alegres de estas personas, escucha walkers que no existen. “Ven por mí”, dice.
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Mientras Sasha soporta este drama, Rick, Daryl y Carol (Melissa McBride) se reúnen fuera de Alexandría para seguir adelante con su conspiración. Ahora quieren quedarse con algunas armas del almacén de la comunidad y deciden mantener en secreto esta confabulación. Nadie más del grupo debe saber el plan. Cuando emprenden el camino de regreso, Carol liquida a un walker que tiene una marca, una ‘w’, en la frente, la misma señal de los zombis desmembrados de los exteriores del antiguo hogar de Noah (Tyler James Williams).
En Alexandría, Michonne (Danai Gurira) estrena su traje de sheriff y junto a Rick va en serio en su trabajo policial. Sin embargo, ambos tienen reparos acerca de las verdaderas intenciones de Deanna (Tovah Feldshuh). ¿Por qué darles el trabajo a ellos y no a antiguos miembros de la comunidad? “No sé si es por nosotros o por ellos, o quizá Deanna quiere deshacerse de ellos y de nosotros. Nos pone estas casacas y hace que los demás lo vean. Si esa es la jugarreta, sería algo astuto y parece que ella es astuta”, comenta Michonne.
Ya reunidos con Deanna, la jefa les confiesa su objetivo. Deanna tiene la convicción de que algún día se instaurará un gobierno en Alexandría y que la civilización poco a poco resurgirá. La implementación de una fuerza policial solo es el primer paso. “¿Suena como castillos en el aire?”, les pregunta, pero todos replican que no, aunque más que todo para quedar bien. Al poco rato, revisan el perímetro de la zona segura y Rick sugiere que es necesario un patrullaje constante para vigilar que nadie salte las paredes. Rick habla de otros sobrevivientes. “Las personas son la verdadera amenaza ahora”. En medio de esta conversación, Sasha se ofrece como vigía desde la torre del reloj, la única posición desde la cual pueden observar todo cuanto ocurre afuera. A la fecha, Alexandría no tiene a nadie en este punto estratégico.
Esa noche tendrá lugar una fiesta de bienvenida en la casa de Deanna, pero hasta entonces Daryl reanuda sus excursiones solitarias en el bosque. En ese marco, se percata que alguien lo sigue. Es Aaron (Ross Marquand), quien queda sorprendido con la habilidad de Daryl para diferenciar el ruido que hacen un walker y un humano.
(Foto: AMC)
Daryl acepta que Aaron lo acompañe y al poco rato ven un caballo negro. El animal se llama Buttons, bautizado así por un niño que lo vio corriendo cerca de la zona segura. Aaron quieren capturarlo y llevarlo a Alexandría hace tiempo, pero es un caballo difícil de cazar. Es así que Daryl decide que poner un lazo alrededor del cuello de Buttons es su misión del día y en su primer intento falla por la aparición de unos walkers.
Cuando siguen el rastro del caballo, Aaron trata de conversar con Daryl, diciéndole que también es visto como un extraño junto a su novio, Eric (Jordan Woods-Robinson), en la comunidad, aunque por otras razones. “Nos tienen miedo a ti y a mí por diferentes razones, pero me tienen menos miedo a mí porque me conocen, cada día menos y menos. Así que deja que te conozcan”, le dice.
Daryl y Aaron encuentran finalmente a Buttons, pero ya es muy tarde. El pobre caballo está rodeado de walkers, los que finalmente se comen vivo al animal.
De vuelta en Alexandría, la fiesta en la casa de Deanna empieza y los sobrevivientes se presentan totalmente irreconocibles. Por ejemplo, Abraham (Michael Cudlitz) y Rosita (Christian Serratos) aparecen pulcros, aunque el pelirrojo no está seguro de continuar en la reunión hasta que ve que hay cerveza. “Lo voy a intentar”, dice.
El alcohol fluye en la fiesta y hace efecto entre los protagonistas al punto de que Rick da un beso en la mejilla, con bastante carga sexual, a Jessie (Alexandra Breckenridge). No obstante, Sasha es quien empaña la fiesta al gritarle a una mujer que solo quería cocinarle su platillo favorito.
En medio de la celebración, Carol ingresa al almacén de Alexandría por una ventana que previamente había dejado abierta y empieza a guardar algunas armas en su bolso cuando descubre que un niño está detrás de ella. Sam (Major Dodson) la siguió porque creía que iba a preparar más galletas:
(Foto: AMC)
“Tienes que prometerme que guardarás el secreto de que vine aquí (…) No puedes decirle nunca a nadie, en especial a tu mamá porque si lo haces una mañana despertarás y no estarás en tu cama. Estarás fuera de estas paredes, muy, muy lejos, atado a un árbol y gritarás y gritarás porque estarás muy asustado. Nadie vendrá a ayudarte porque nadie podrá oírte. Bueno, algo te oirá. Los monstruos vendrán, los que están afuera y no podrás correr cuando vengan por ti y te destrozarán y te comerán estando vivo todavía, mientras puedas sentirlo, y luego nadie sabrá qué pasó contigo… o puedes prometer que no le dirás a nadie lo que viste aquí y entonces nada ocurrirá y tendrás galletas, muchas galletas”.
De otro lado, Daryl decide no asistir a la fiesta, pero termina comiendo espaguetis con Aaron y Eric. Después de la cena, Aaron lo lleva al garaje de la casa y le muestra que está lleno de piezas de motocicleta. La pareja quiere que Daryl repare uno de estos vehículos y que después se convierta en el nuevo reclutador de Alexandría. Aaron le explica que sabe que todavía necesita tiempo fuera de la comunidad para adaptarse finalmente a ella y que partiendo de eso sería un excelente elemento para los reclutadores. Además, destaca que Daryl conoce el terreno y que es bueno para diferenciar entre una persona buena y una persona mala. El menor de los Dixon acepta.
Al día siguiente, en otra reunión secreta, Carol lleva las armas, pero algo cambió en Daryl tras su conversación con Aaron. “¿Realmente las necesitamos?”, pregunta, mientras que Michonne también va haciéndose la idea de que este es nuevo hogar. La sheriff cuelga su katana en una pared.
Por su parte, Rick patrulla las calles de Alexandría con un par de pistolas: la oficial que le entregó Deanna y la que robó Carol. Cuando ve a Jessie caminando con su esposo, instintivamente extiende una mano hacia su arma de reglamento, mientras que la otra, la que Sam estampó con la ‘A’ de Alexandría’, la levanta en señal de saludo.