El final de la octava temporada de marcó el fin de la guerra de los alexandrinos, Hilltop y Kingdom contra los Saviors (Salvadores). Entonces, ¿quién resultó vencedor?

Mientras Rick (Andrew Lincoln) y Michonne (Danai Gurira) guiaban a su gente a una trampa de Negan (Jeffrey Dean Morgan), este último mandó a un grupo de saviors que apoyó a Simon (Steven Ogg) en su rebelión a una muerte segura, y junto a Gabriel (Seth Gilliam), su fabricante de balas Eugene (Josh McDermitt) y el resto de su grupo se dirigió al lugar dónde se desarrollaría la última batalla.

Cuando Rick y sus aliados escuchan el peculiar silbido de Negan saben que algo no está bien, se ven rodeados por la voz del sádico líder que proviene de repetidores y walkie talkie que no permite saber la ubicación exacta de Negan, como él mismo dice “está en todos lados”. Así que los sobrevivientes no saben de dónde vendrá el ataque y a dónde dirigir el contrataque.

Sin embargo, no todo está perdido, los que Negan y los saviors creían sería una masacre termina siendo la oportunidad que los rebeldes necesitaban, y todo gracias a Eugene y su “estricto control de calidad” de las balas.

Mientras los salvadores sobrevivientes se rinden y aceptan su derrota, Negan intenta escapar, pero Rick va tras él, y empieza el enfrentamiento entre los líderes. Aunque el savior hiere a Grimes en el estómago con ayuda de Lucille, él intenta explicarle que hay otro camino y le pide tiempo para explicarle el plan de Carl (Chandler Riggs). Cuando Negan parece conmovido Rick corta su garganta con un pedazo de vidrio.

Pero ese no fue el final del ex líder de los saviors, en honor a lo que su hijo creía Rick le ordenó a Siddiq salvar a Negan, a pesar de los gritos contradictorios de Maggie (Lauren Cohan). Cuando Negan despertó Grimes y Michonne le explicaron que reconstruirán la civilización, y qué él también jugará un rol, serviría para demostrar que las cosas han cambiado. Todo eso mientras permanece en un celda, tal como sucede en los cómics de .