Por José Miguel Silva

¿Le sorprendió que Villarán se quede, teniendo en cuenta que la subida del No pareció estancarse en las últimas semanas?

La cantidad de autogoles que tuvo la campaña del Sí explica bastante el resultado final de la revocatoria.

¿Cree que esta campaña ha dejado buenas lecciones para la democracia peruana?

Sí, en cierto sentido. Yo creo que la principal víctima de esta revocatoria es la misma institución en sí. Esto no se va a usar más en Lima, se acabó. Nadie va a querer lanzar una iniciativa así en esta ciudad porque si una alcaldesa que llegó a tener menos de 20% de aprobación no fue derrotada, entonces nadie apostará por algo así en el futuro. Todos los que participaron en la campaña por el Sí perdieron plata y capital político. Todos terminaron quemados. Por eso. creo que no vamos a ver, en el futuro inmediato, algo así. Y esto me parece súper bien porque este mecanismo solo debe usarse en situaciones extraordinarias, cuando hay abuso extremo de poder, lo cual no ocurre en la Lima de hoy.

¿Y qué pasa con el resto del país en donde esto es común? Parece que pasa desapercibido, incluso para la prensa limeña.

La prensa limeña no le presta atención. Considero que el resultado en Lima no va a influir al interior del país. La revocatoria se seguirá usando (en provincias). Perú es casi el campeón internacional en revocatorias y podría seguir siéndolo.

¿Entonces el mecanismo debería revisarse, anularse o dejarse tal cual?

La institución en sí no está mal, pero el aspecto de cualquier institución depende de su uso y de una serie de instituciones informales. La revocatoria debe ser utilizada con cautela y no ser una herramienta para que el perdedor se tumbe al rival, sino para situaciones extraordinarias. El problema no es la institución sino su uso. No sé si la reforma, en realidad yo no soy muy hincha de la revocatoria porque considero que un gobernante necesita cuatro o cinco años para gobernar, más en un país como Perú en donde la mayoría de las autoridades son novatas, como Susana Villarán. Ellos necesitan tiempo para aprender a gobernar. Me parece una locura que un alcalde enfrente esto en su primer año de gestión.

¿Esperaba que los principales partidos políticos tengan el desempeño que finalmente tuvieron en la campaña por la revocatoria?

Me parece que el fujimorismo fue muy inteligente en quedarse afuera, en probablemente predecir que no iba a terminar muy bien. El Apra termina mal, aún más que mal. Y Castañeda, bueno, Solidaridad Nacional no es un partido. Lo del PPC no fue predecible, creo que hicieron una muy buena jugada. Tampoco creo que el PPC surja a partir de ahora como un partido muy importante a nivel nacional. Ellos siempre han sido fuertes en Lima, pero débiles fuera de la capital. Considero que seguirá siendo así.

Cuando Susana Villarán aceptó contratar a Favre, ¿reconoció de alguna manera que era débil políticamente y que debía apelar al marketing?

Claro. Cualquier elección hoy en día, a nivel nacional o en Lima, donde la política en los medios pesa mucho, cualquier campaña importante requiere marketing. Este es uno de los problemas que por ejemplo tiene Castañeda, que ha sido pésimo en el marketing. Todos los políticos saben que esta es una de las herramientas del éxito. Si uno se da cuenta de eso, ¿por qué no buscar al mejor? Parece que Favre lo hace bien.

Algo que dice Mauricio Mulder es que Favre fracasó porque si bien Susana Villarán se queda, todo su equipo se va a su casa.

Estamos hablando de un gobierno municipal que tenía imagen positiva por debajo del 20%. El hecho que haya ganado la revocatoria es casi un milagro, un éxito tremendo. El que sus regidores hayan salido refleja poco o nada el trabajo de Favre. Obviamente es un costo político para Fuerza Social, pero es fue un accidente. Aún no sabemos bien qué pasó. No se puede interpretar políticamente que Villarán se haya salvado y su equipo no. No fue un mensaje del electorado, sino un accidente.

Algunos señalaron que se ha castigado a Villarán o que, por lo menos, se le jalaron las orejas para que cambie a su equipo.

No existe ninguna evidencia sobre eso. Claro que hubiera sido mejor para Fuerza Social que sus regidores se quedaran, pero el hecho de que Susana Villarán haya sobrevivido luego de estar donde estaba, con ese 18%, es un triunfo tremendo o, visto del otro lado, es una derrota gigantesca para la fuerza del Sí.

Siendo Susana Villarán una política de izquierda y habiéndola tenido contra las cuerdas, ¿anticipa lo que podría venir en las elecciones municipales y generales del futuro?

En cuanto a la izquierda, no tiene mucha importancia porque la izquierda es débil en Perú. Primero, son varias izquierdas. Fuerza Social está dentro, para mí es centroizquierda, una tendencia moderada y progresista. Quieren reinventar la izquierda, pero son un partido chiquito con poco éxito hasta ahora. Hay otras izquierdas también, pero son todas chiquitas, sin peso electoral. Hay presencia en los medios, participan, pero ningún grupo de izquierda hoy tiene peso electoral. Decir que el triunfo del No significa que ahora la izquierda será un factor importante en 2016 me parece equivocado. La izquierda en Perú, en términos electorales, no ha existido en más de 20 años y hoy no existe.

La noche de las elecciones, mientras los personeros del No sudaban contando votos, Susana Villarán anunció que se iba de vacaciones. Luego se retractó. Muchos consideran que la segunda temporada de Susana será simplemente más de la primera. ¿Cómo lo ve usted?

Primero, lo que dijo es algo muy superficial. Eso quizás demuestra que sus reflejos políticos no son tan buenos como los de Alan García. Pero ¿eso no lo sabíamos ya? Yo creo que la tía merece vacaciones, ¿no? Políticamente obviamente fue un error (decir eso), pero es pequeño y supo corregirlo en unas horas. Me parece exagerado que con eso se pueda concluir que no ha aprendido nada y que, por ende, no podrá gobernar bien el resto de su gestión. Ella llegó junto a un equipo sin experiencia ni capacidad política. Han pagado un precio alto y creo que lo más probable es que vayan mejorando. Grandes gobernantes quizás no lleguen a ser, pero seguirán creciendo.

¿Le podría alcanzar para lograr una reelección?

¿Por qué no? En la última encuesta que vi tenía más de 40% de imagen favorable. Es cierto que sería muy difícil ganar la reelección, pero también fue difícil vencer en la revocatoria. Aunque pierdan, creo que es muy importante para Fuerza Social que siga compitiendo y no desaparezca. Eso será bueno para la democracia, que los nuevos partidos se consoliden. Aunque hoy por hoy, si tuviera que apostar S/.10 diría que pierde, pero ese hecho no debe inhibirla de buscar la reelección.

Si bien hubo ausentismo, los limeños se acercaron a votar, marcaron cruzado, sacaron al hijo de Castañeda, ¿qué percepción tiene usted sobre el votante capitalino?

Es un electorado muy diverso, por lo general no muy político, sin mucha filiación partidaria y con menos compromiso ideológico. Comparado con otras ciudades de la región, es un electorado bastante conservador.

¿Le parece que fue correcto el silencio de la pareja presidencial en la campaña de la revocatoria? Ellos pudieron también pronunciarse a favor de la defensa de las instituciones.

Como Santos lo ha hecho en Colombia – se ha pronunciado en contra de la revocatoria de Petro en Bogotá -, Humala pudo haber hecho lo mismo, una parte de su éxito se debe a su ‘mudismo’, en el hecho de que él se mantiene en una posición de centro en varios debates polarizados. No toma una posición muy fuerte en cuanto a los debates entre los fujimoristas y antifujimoristas. Se mantiene sin posición en los grandes debates y la verdad no sé si se puede seguir haciendo eso por cinco años. Humala quiso evitar quemarse, probablemente con cierto éxito.

Muchos dicen que Susana se ganó enemigos muy rápidamente. Y enemigos muy fuertes. ¿Cuánto afectó esto en su gestión?

Ella subestimó su fuerza política. Fuerza Social llegó a la municipalidad muy débil, ganó por accidente y lo más inteligente hubiera sido construir alianzas amplias. No tenían la fuerza para gobernar solos. Todos cometen errores, pero para mí el problema es que si los cometes mientras gobiernas solo, quedas en una posición muy vulnerable.

¿Cómo debería afrontar Susana Villarán lo que le queda de gestión edil?

Creo que la principal lección ya la tiene, debe gobernar con una coalición más amplia. Es cierto que para un gobierno de izquierda sería lindo poder gobernar solo con fuerzas de su tipo, pero en Lima 2013 eso no se puede. Debe buscar alianzas más amplias.

El no apoyar rotundamente el Sí, pero a la vez mostrar su apoyo al mecanismo de la revocatoria, ¿qué le genera el desempeño de Alan García?

Seamos claros, Alan García hoy en día es el dueño del Apra. Hace algunos años eran un partido político de verdad y hoy es un partido chiquito dominado por García. Si el Apra se metió en la campaña lo hizo porque Alan lo decidió. Él quería las dos cosas, sacar provecho de la revocatoria y a la vez aparecer como no involucrado en ella. Al final de todo el partido pagó el precio porque perdió. Si bien ya tenían su imagen bastante desprestigiada, ahora están un poquito peor.

¿Y Luis Castañeda Lossio?

Bueno, es complicado sobreestimar el costo político para él. Castañeda tenía la alcaldía ganada en 2014, incluso sin salir de su cama. Pero hoy no sé, es posible que haya destruido su carrera política con esta revocatoria. Creo que obviamente es el gran perdedor.

¿Muchos se preguntan por qué no pudo esperar a 2014 si falta tan poco?

No tengo idea, pero una cosa que muchas veces subestimamos es la importancia de la paciencia en la política. Los mejores políticos saben esperar, jugar sus tiempos. Keiko Fujimori demostró paciencia política en la revocatoria. El Apra y Castañeda, no.

Algo que hubo mucho en campaña fueron los adjetivos. ‘Antiminera’, ‘terruca’, ‘vaga’, entre otros. Es como si dependiéramos de las etiquetas.

La política no es para los santos. En Perú es una lucha constante y no sé si es mucho peor que en otros países. Es cierto que el debate político no es muy civil, pero otros países de Latinoamérica no son Suiza tampoco. En Estados Unidos incluso han llamado a Obama nazi, comunista, musulmán. No creo que Perú sea muy distinto, pero sí considero que debido a la debilidad de los partidos políticos se da un cierto personalismo y como no hay debate programático es mucho más fácil usar ataques personales.

Saliendo del tema. ¿Por qué siempre en Perú se habla solo del indulto y de la candidatura de Nadine?

No lo sé (risas). Creo que mientras no haya una resolución de Ollanta (en el indulto) y de Nadine (sobre su candidatura), seguirá la incertidumbre y por ende los rumores y las columnas periodísticas que hablan de eso.