está siendo blanco de ataques terroristas. Hace una semana, el embajador ruso en Ankara, Turquía, Andrei Karlov, fue asesinado por un agente de policía de 22 años de edad mientras participaba de un acto público. Hoy la embajada rusa en la capital de Siria, Damasco, fue bombardeada dos veces.

La noticia se dio a conocer mediante un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores en Moscú, que consideró los hechos una provocación para desbaratar el proceso de paz en el país.

El comunicado dijo que una bomba cayó en un patio interior del complejo y otra, cerca de la misión diplomática. Según el texto, especialistas en desminado están trabajando en el lugar.

La Cancillería constató “una amenaza real a la embajada de Rusia y a sus funcionarios por parte de los grupos terroristas atrincherados en los suburbios de Damasco”.

“Los repetidos ataques contra la legación diplomática rusa en Damasco deben ser condenados por todos los que se oponen realmente a las amenazas del terrorismo”, subrayó Exteriores en alusión a los países que respaldan a la oposición armada que se enfrenta al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

El ataque contra la embajada, agrega la nota, “confirma la intención de los extremistas que se oponen a un arreglo pacífico en de sembrar el terror y la violencia, y mantener una atmósfera de miedo entre los habitantes de la capital siria con sus cobardes ataques desde sus refugios secretos”.

Tras el , el presidente de Rusia, , indicó que los ‘bandidos lo sentirán en sus propias carnes’.

“Pido a los servicios secretos que adopten medidas adicionales para garantizar la seguridad dentro de Rusia y en el exterior, y reforzar la seguridad de las delegaciones en el exterior y de sus empleados”, precisó en esa oportunidad.