Trabajadores voluntarios en identificaron 130 nuevos casos de ébola durante la cuarentena de tres días, afirmó la encargada de operaciones de emergencia del país, Stephen Gaojia. Además, otros 39 casos están siendo estudiados.

La medida, que empezó el viernes y terminó el domingo, impidió que las personas salieran de sus hogares mientras que agentes visitaban cada una de las casas y daban recomendaciones para evitar la enfermedad.

El país africano, junto a Guinea y Liberia, ha sido uno de los más afectados por esta epidemia de ébola cuyo número de víctimas ya se acerca a los 2.700.

Fuentes gubernamentales, , indicaron que durante el fin de semana se logró visitar 1 millón 125 mil hogares, el 75% de su meta de 1,5 millones.

El virus, transmitido por fluidos corporales como sangre, saliva y heces, no tiene cura. La cepa del virus que afecta desde diciembre a África Occidental tiene una tasa de mortalidad del 60%.

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La medida de cuarentena fue criticada por la organización Médicos sin fronteras (Medecins Sans Frontieres), quienes aseguraron que no detendrá la transmisión del virus. Además, señalaron que esta medida llevará a las personas a pasar a la clandestinidad y romperá el vínculo de confianza entre los trabajadores de la salud y la población.

La creciente desconfianza entre los médicos y los afectados por el virus se vio ejemplificada el jueves, cuando el Gobierno de Guinea anunció el hallazgo de ocho cadáveres pertenecientes a periodistas y trabajadores de la salud cerca de la ciudad de Nzérékoré, al sur del país. Algunas aldeas remotas y partes las clases más vulnerables creen que los doctores infectan a las personas a propósito.