La Bolsa de Shanghái, que el lunes desató el pánico de los mercados de valores de todo el mundo al caer un 8,49 por ciento, abrió hoy con pérdidas del 6,41 por ciento, aunque el desplome se fue moderando en los minutos siguientes de la sesión matinal.

El índice de la principal bolsa china perdía en torno al 4 por ciento tras la primera media hora de cotización, mientras que el segundo parqué del país, Shenzhen, abrió hoy con pérdidas del 6,91 por ciento que con el transcurrir de la mañana también se fueron reduciendo hacia el 4 por cien.

Las pérdidas de las bolsas chinas, en un contexto de desaceleración económica del país, se extendieron el lunes a los mercados de toda Asia, para después extenderse a los europeos y finalmente a Wall Street y a las bolsas latinoamericanas.

Llueve sobre mojado en unas bolsas, las chinas, que en junio y julio ya habían perdido un tercio de su valor, y que tras unas semanas de aparente estabilización han vuelto a protagonizar desplomes, en un mercado bursátil donde muchos de los inversores son pequeños ahorradores.

Los analistas atribuyen esta larga racha de pérdidas a las dudas sobre la marcha de la economía del país, la segunda mayor del mundo, después de unos datos macroeconómicos mediocres en los últimos meses.

Además, en las últimas semanas se está produciendo una salida de inversiones en yuanes tras la devaluación de la divisa china que tuvo lugar a comienzos de este mes, y con la que Pekín quería estimular las exportaciones, gran motor del crecimiento para el gigante asiático.

Fuente: EFE