Ryan Gosling debutó en la dirección con el noir onírico Lost River, protagonizado por su pareja, Eva Mendes, Christina Hendricks y Saoirse Ronan.

La película, presentada en festivales en 2014, recién se estrena en algunos países. La historia, de visión agria y surrealista, se desarrolla en medio una crisis financiera en Estados Unidos.

“Entro en el surrealismo onírico porque todos entendemos el tono de los sueños. Los actores utilizamos los sueños para conectar con el material que interpretamos. Es un atajo emocional que nos permite crear, un estilo de interpretación como cualquier otro”, expresó a el intérprete candiense que participará en la segunda parte de Blade Runner.

Gosling manifestó que en su filme trató de representar y describir el sueño americano. El artista se inspiró para escenas en un club fetichista del París de inicios del siglo pasado donde nació el cine slasher.

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“Tener una casa, un auto, una familia, un trabajo, cierta seguridad, acceso a una infraestructura, un lugar que te protege y donde puedes cuidar de tu familia. En el vecindario que represento en mi película todo eso ha desaparecido y sus habitantes esperan que regrese”, acota sobre el american dream.