El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este sábado un decreto que impone una serie de sanciones económicas a Turquía tras el derribo de un avión de la Armada rusa a manos de rebeldes turcos, hecho ocurrido a mitad de semana en Siria.

impulsó el referido decreto con la finalidad de garantizar la seguridad nacional de su país y defender a los ciudadanos rusos de “acciones criminales”, según informó el Kremlin.

Según el documento, el Gobierno ruso suspende o restringe, de acuerdo a una lista que elaborará oportunamente, el ingreso a Rusia de determinadas mercancías procedentes de Turquía.

Asimismo, ordenó suspender las actividades de empresas que se encuentren bajo jurisdicción turca. A partir del 1 de enero de 2016, los empleadores rusos tendrán prohibido contratar a ciudadanos turcos.

El decreto también establece que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia enviará a Turquía una notificación sobre modificaciones en las leyes migratorias, específicamente sobre la suspensión de la política de exención de visados para los ciudadanos turcos que estaba en vigor desde 2011.

Además, se ordena a las empresas turísticas rusas cortar cualquier colaboración con el sector turístico turco. Finalmente, se establece que el Ministerio de Transportes de Rusia debe garantizar la cancelación de todos los vuelos chárter entre Rusia y Turquía mientras el decreto siga en vigencia.

Finalmente, Vladimir Putin encargó al Gobierno adoptar acciones para reforzar la seguridad portuaria en los mares Negro y de Azov y redoblar el control sobre las empresas turcas de transporte automovilístico de carga.

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