El presidente de Filipinas, , se declaró hoy “enemigo” de la presidenta del Tribunal Supremo, María Lourdes Sereno, y pidió al Parlamento que agilice el proceso de destitución, en lo que algunos consideran una nueva venganza política del polémico mandatario.

“La aviso de que ahora soy su enemigo y debe abandonar el Tribunal Supremo”, expresó Duterte, en referencia a Sereno, durante un encuentro con la prensa televisado antes de partir a China para participar en el Foro de Boao para Asia.

La presidenta del Supremo, conocida por su oposición activa a la “guerra antidroga” y otras políticas de Duterte, acusó la semana pasada al jefe de Estado de haber orquestado el proceso de destitución contra ella abierto en la Cámara de Representantes.

Diputados afines al Gobierno pusieron en marcha el “impeachment” tras acusar a la magistrada de 57 años de no haber presentado declaraciones de activos durante varios años previos a su nombramiento al frente de la máxima corte del país, compuesta por 15 miembros.

Tras negar hoy su implicación en el proceso, Rodrigo Duterte manifestó que como nuevo “enemigo” de Sereno tratará de “acelerar” el procedimiento de destitución en la Cámara Baja, sin ofrecer más detalles.

En caso de que los congresistas respalden la destitución de Sereno, la decisión deberá ser ratificada en una segunda votación por el Senado de 23 miembros.

Los defensores de Sereno, que ha tomado una baja temporal para preparar su defensa, consideran que se trata de otro caso de venganza política de Duterte, como el encarcelamiento hace más de un año de la senadora Leila de Lima, una conocida opositora del presidente a quien imputan cargos de corrupción.

(Fuente: EFE)

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