El presidente de Filipinas, , anunció hoy que sus recientes pruebas médicas han arrojado un resultado negativo de cáncer, después de que la semana pasada trascendiera que le habían encontrado un bulto en el tracto digestivo.

“No tengo cáncer”, afirmó rotundo Duterte en declaraciones a los medios en un acto oficial en el palacio presidencial en Manila después de semanas de especulaciones sobre su estado de salud por varias visitas al hospital.

El jefe de Estado confirmó que tras a una endoscopia y una colonoscopia los médicos hallaron un bulto, pero que la biopsia ha dado resultado negativo.

Duterte explicó que la dolencia que le han detectado es un caso de esófago de Barrett, que provoca indigestión, acidez y ardores y que en algunos casos puede derivar en cáncer de esófago.

“Está muy erosionado (el esófago) porque me dijeron que dejara de beber hace años, pero volví a beber”, apuntó Duterte, de 73 años.

Después de que la semana pasada el presidente filipino aludiera en uno de sus discursos directamente al cáncer, diversos sectores de Filipinas, fundamentalmente críticos con Duterte, reclamaron que se hagan públicos sus informes médicos.

Argumentan que la actual Constitución, de 1987, establece que “en caso de enfermedad grave del presidente, se deberá informar al público sobre su estado de salud”, por lo que los medios filipinos en las últimas semanas han preguntado insistentemente a diversos miembros del Gabinete al respecto.

Una encuesta sobre este asunto publicada el fin de semana pasado señaló que el 61 % de los entrevistados consideró que el estado de salud del mandatario es un asunto de interés público.

El 55 % de los encuestados se mostró preocupado por la salud del presidente y el 45 % dijo estar convencido de que Duterte tiene un problema de salud grave, según un sondeo de la consultora privada Social Weather Survay (SWS).

El mandato de Duterte es de un solo periodo de seis años y comenzó el 30 de junio de 2016.

(Fuente: EFE)