La vicepresidenta de , Leni Robredo, ha denunciado durante una reunión de la ONU en Viena las ejecuciones extrajudiciales en la “guerra contra las drogas” lanzada por el presidente de ese país, .

En un mensaje de vídeo que se emitirá mañana durante una reunión organizada por varias ONG para delegados y participantes de la Comisión de Narcóticos de la ONU, la vicepresidenta pide a la comunidad internacional que siga lo que sucede en Filipinas y demanda a Duterte detener las ejecuciones.

“Saber que la comunidad internacional está observando y que defensores de los derechos humanos están atentos a los que sucede en el país nos trae consuelo, valor y esperanza”, declara Robredo en el mensaje de cinco minutos de duración, difundido en Youtube por la fundación DRCNet, uno de los organizadores del evento.

Robredo recuerda que más de 7.000 personas han sido asesinadas en “ejecuciones sumarias” en nombre de la lanzada por Rodrigo Duterte tras ser elegido presidente el pasado verano.

“Estamos viendo algunas estadísticas muy sombrías: desde julio del año pasado, más de 7.000 personas han muerto en ejecuciones sumarias”, critica la vicepresidenta filipina.

“Y el recuento de cadáveres debido a los asesinatos relacionados con las drogas sigue creciendo”, denuncia Robredo.

“La adicción a las drogas no es algo que se pueda solucionar solo con balas, es un problema complejo vinculado de forma estrecha con la pobreza y la desigualdad”, subraya.

En Filipinas, la vicepresidencia se elige en una elección separada de la presidencial y Robredo pertenece a un partido político diferente al de Duterte.

Robredo es uno de los pocos políticos de alto perfil de Filipinas que se ha mostrado crítica con la campaña de ejecuciones en nombre de la lucha contra las drogas impulsada por el presidente.

La relación entre ambos políticos es muy difícil y Duterte no invita a la vicepresidenta a las reuniones de su Gabinete.

Robredo explica en el vídeo que la campaña de asesinatos ha aumentado la desconfianza en la policía local y que la gente está “sin esperanza ni ayuda”.

“Algunos nos dijeron que cuando hay un crimen normalmente iban a la policía. Ahora no saben a quién recurrir”, lamenta la vicepresidenta.

“Nuestro pueblo ha luchado mucho por nuestros derechos y libertades” por eso, dice, “no vamos a retroceder ahora”.

La vicepresidenta filipina defendió la rehabilitación de los drogodependientes y una respuesta basada en la prevención y la salud pública.

“No puedes matar a los adictos y decir que el problema está solucionado”, recalcó.

También denuncia que la pena de muerte podría volver “pronto” a Filipinas, algo que consideró “un grave error” porque viola las normas internacionales de la ONU.

Robredo concluye pidiendo a Duterte emprender una “guerra contra la pobreza” y no contra los consumidores de drogas, así como respetar y fortalecer el estado de derecho en lugar de alentar la violación de los derechos humanos.

Duterte ha recibido críticas de la comunidad internacional y de organizaciones humanitarias que aseguran que en su operación para limpiar los barrios de drogas se han cometido miles de ejecuciones extrajudiciales de traficantes y adictos con impunidad.

Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional (AI) han atribuido numerosas ejecuciones a la propia policía filipina y han pedido a la ONU que investigue lo sucedido ya que podría constituir un crimen contra la humanidad.

(Fuente: EFE)