Cientos de filipinos se manifestaron hoy contra la guerra antidrogas del Gobierno del presidente , en la entrada de la sede de la Policía Nacional, donde agentes presuntamente corruptos mataron a un empresario surcoreano en el marco de la campaña gubernamental, indicaron las ONG convocantes.

Los manifestantes, según diversas organizaciones de los derechos humanos en Filipinas, reclamaron el fin de las “ejecuciones extrajudiciales”, como califican a las más de 7.000 muertes que lleva la campaña contra la droga de Duterte.

“No más impunidad. Luchemos contra el terror de Estado”, rezaba la mayor de las pancartas, frente a la cual los activistas colocaron muñecos tumbados en el suelo para representar a los supuestos traficantes y adictos víctimas de las ejecuciones extrajudiciales.

Algunas de las pancartas pedían “justicia para Jee Ick-joo”, el empresario surcoreano asesinado en octubre, cuyo caso ha devenido en un escándalo que amenaza con hacer tambalear las bases de la sangrienta política antidrogas de .

El pasado 18 de octubre varios individuos – entre ellos al menos un policía – se llevaron a Jee y a su asistenta del domicilio del primero radicado en la ciudad de Ángeles, situada a unos 100 kilómetros al norte de Manila, en una supuesta operación antidroga.

Ambos fueron trasladados a Campo Crame, el cuartel general de la Policía Nacional, donde la asistenta fue liberada pero el surcoreano falleció estrangulado ese mismo día, según la investigación.

Su viuda, Choi Kyung-jin, aseguró que los secuestradores le pidieron un rescate por liberar a su marido haciéndole creer que estaba vivo.

El caso, cuya investigación en el Senado comenzó el jueves, ha generado una gran polémica al mostrar el clima de impunidad generado por la campaña antidroga del presidente filipino.

El asunto amenaza con deteriorar las relaciones con Corea del Sur, un país que proporciona amplias inversiones y un flujo constante de turistas a Filipinas.

En los pasados días tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores como la Policía de Corea del Sur instaron a las autoridades de Manila a investigar a fondo la muerte de Jee y castigar a los responsables.

Duterte prometió limpiar Filipinas de narcotraficantes y drogadictos durante la campaña que le llevó a la victoria en las elecciones presidenciales celebradas en 2016.

El mismo día de su investidura, el 30 de junio, declaró la guerra a las drogas, con el argumento de que destruyen su país.

(Fuente: EFE)

MIRA TAMBIÉN SOBRE SU CAMPAÑA CONTRA LAS DROGAS